EL LEGADO DE UN AUTOR
Se podría decir que hay dos tipos de novelas de espionaje: las que son tipo Ian Fleming, con un protagonista semejante a James Bond, aventurero, mujeriego e intrépido; o las de John Le Carré, con situaciones y personajes más cerca de la realidad de ese mundo de espionaje, como George Smiley, todo lo opuesto a James Bond, que toman acciones nefastas por el bien común y pelean más contra la burocracia de su gobierno. Lo cierto es que cuando se habla de ficción en este subgénero, Le Carré se considera una eminencia, ya que fue quien le dio este otro giro realista y sobrio a un tema que ya estaba demasiado romantizado. Desde la publicación de su tercera novela, The Spy Who Came in from the Cold en los sesenta, se convirtió en uno de gran demanda. Su última entrega, A Legacy of Spies, utiliza elementos de su primer éxito y funciona como una especie de secuela. Se podría decir que le pone fin a esa saga.
En A Legacy… un espía retirado, Peter Guillam, es llamado a reportarse de inmediato a la Oficina, que no es nada más que la sede de servicio de espionaje británico. Allí, se entera de que han demandado al gobierno británico por las acciones que tomaron durante la Guerra Fría en el muro de Berlín. Las muertes de Alec Leamas, un agente británico, y Liz Gold, una joven inocente que se involucró románticamente con Leamas fueron parte de una operación secreta que logró revelar a un infiltrado en las altas esferas de mando del servicio de inteligencia. En tiempos actuales, el gobierno necesita saber los detalles del operativo para poder defenderse mejor en los tribunales. Guillam, el protagonista, es el que sabe cómo sucedió todo, ya que él mismo se encargó de desaparecer todos los récords oficiales del operativo.
La novela alterna entre los recuerdos de Guillam y el presente. Le Carré muestra los conflictos de sus personajes y las dificultades que sufren, tanto física como emocional e intelectualmente, de manera tan interesante que uno apenas quiere despegarse del libro.
Como utiliza la trama y los personajes de dos de sus novelas más exitosas (la ya mencionada The Spy Who Came in from the Cold y Tinker, Tailor, Soldier, Spy), el autor de ochentaiún años les regala a sus fanáticos otra perspectiva de aquellas novelas y un último vistazo al famoso George Smiley, como si se tratara de una despedida. A la vez, ofrece una introspección a las terribles acciones que los involucrados en la Guerra Fría tomaron en nombre de la supuesta paz mundial. Es una novela ideal para los que disfruten de historias entramadas, el mundo del espionaje o simplemente una buena y entretenida novela.