Puerto Rico se deja sentir en el Latin Grammy
La canción contó con el junte de más de 40 músicos dirigidos por el multiinstrumentalista Edgar Abraham, arreglista del tema
Mostrar la fortaleza del pueblo puertorriqueño y su espíritu inquebrantable fue el propósito de la presentación especial que llevó a cabo anoche el cantante y compositor René Pérez en los premios Latin Grammy, que se celebraron en la ciudad de Las Vegas, Nevada.
El artista escogió abrir la importante premiación con la canción “Hijos del Cañaveral”, que aparece en su reciente producción discográfica “Residente”, y que es un himno de resistencia para los puertorriqueños que atraviesan uno de los peores momentos en su historia tras el azote del huracán María, que golpeó al país el pasado 20 de septiembre.
El martes, el mismo Residente adelantaba en sus redes sociales que llevaría a cabo una presentación especial con más de 40 mú- sicos puertorriqueños y así lo demostró al subir al escenario para cantar este tema, el cual escribió en el pueblo de Jayuya, y que fue nominado a “Mejor canción tropical del año”.
Varios artistas del patio, entre ellos Jerry Medina, su hija Kianí, así como el multiinstrumentalista Edgar Abraham acompañaron al músico en esta apertura donde el folclor se unió a lo sinfónico, provocando que la piel se erizara.
El lunes, El Nuevo Día tuvo la oportunidad de conversar con Edgar Abraham, arreglista del tema y quien anoche dirigió la orquesta que armó Residente para esta ocasión. La emoción que sentía era evidente y comentó que todos los músicos compartían el mismo sentimiento, pues sabían que esta presentación sería un regalo para el país.
“Queremos hacer una música espectacular para mostrar la fortaleza de Puerto Rico. Esto ha sido una manera bien bonita de René apoyar al país y ayudar también a los músicos. Para mí es un orgullo y privilegio el compartir con René, que es un artista muy serio y muy comprometido con sus camaradas”, expresó Edgar Abraham.
Compartió que 42 músicos viajaron desde Puerto Rico para esta actuación, en la que se incluyeron barriles de bomba, panderos, claves, guitarras, cuatro, tiple, así como violines, violas y trompas francesas, entre otros instrumentos. La mayoría de los músicos, dijo, pertenecen a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico y otros -como él- son profesores de la Escuela Libre de Música, quienes pidieron permiso para formar parte de esta presentación y así exponer el talento boricua ante el mundo.
“Algunos de ellos han perdido sus propiedades por el huracán y vienen de diversos pueblos de la isla, pero ninguno de ellos faltó ni a un solo ensayo de los que se hicieron en Puerto Rico. Todos llegaron con sus instrumentos en mano y con la mejor actitud de que vamos a llevar nuestra música a nivel internacional para dar a conocer la fortaleza de nuestra patria”, manifestó el también productor y compositor, ganador de tres premios Latin Grammy.
Edgar Abraham arregló cuatro temas para el disco “Residente”, incluyendo “Hijos del Cañaveral”, “Milo”, “Desencuentro” y “Apocalíptico”. En el pasado, colaboró también con el grupo Calle 13 y tiene una relación de amistad con René y con su hermano, Eduardo Cabra.
“Nosotros comenzamos a trabajar juntos en una banda que se llamaba Bayanga y a raíz de esa amistad pudimos desarrollar una relación especial. Trabajé con René y Eduardo desde el primer proyecto de Calle 13 y seguí colaborando con ellos haciendo casi todas las introducciones de la mayoría de los discos del grupo”, relató.
Por eso no dudó ni un segundo cuando René lo llamó para colaborar en su primer proyecto como solista. Edgar Abraham compartió su admiración por el artista, destacando su creatividad y su visión a la hora de elaborar propuestas sonoras. “René es un genio creativo y para mí siempre es un reto trabajar con él porque desea que el músico se involucre con toda su creatividad”, indicó.
El nuevo proyecto musical de Residente le ha permitido a Edgar Abraham mostrar sus diversos sombreros, como lo hizo anoche cuando subió al escenario de los Latin Grammy como director de una orquesta sinfónica. Dirigir es algo que había hecho anteriormente, pero hacerlo en la tarima de la premiación más importante de la música latina fue algo nuevo. También lo fue el dirigir a su padre, el destacado violista Edgard Marrero Cotté.
“Es la primera vez que dirijo a nivel de los Grammy, lo cual pienso que es un privilegio y una gran oportunidad. Lo había hecho antes a nivel de estudio de grabación, así como en otros foros, pero a nivel de los Grammy es la primera vez. También estaré dirigiendo a mi padre que es mi eterno maestro, así que es un gran orgullo para mí”, comentó en ese entonces.
Pero lo más que entusiasmaba a Abraham de la presentación de anoche era el mensaje que tanto René Pérez como los músicos querían compartir. “Nosotros queremos hacer un pronunciamiento a favor del país y de que la música, el arte, es nuestra mejor herramienta para decir ‘estamos aquí’. Nosotros vamos a levantar al país con nuestro arte donde quiera que estemos sea en Puerto Rico o sea afuera. Por eso, las grandes entidades y corporaciones deben apoyar seriamente a los artistas porque son los que le dan vida al país”, puntualizó Edgar Abraham, quien agradeció este esfuerzo de Residente, quien ayer demostró la fuerza, belleza, la unión y la resistencia de todos los que somos hijos de este cañaveral.