El Nuevo Día

Nos hace falta un cuarto bate

- Exgobernad­or y Excomision­ado Residente Aníbal Acevedo Vilá

Escribo estas líneas mientras regreso a Puerto Rico luego de mi tercera visita casi corrida al Congreso y admito que no estoy optimista. La agenda es inmensa, los peligros todavía mayores y la credibilid­ad de quienes elegimos está por el piso.

De aquí a fin de año el Congreso tiene o puede actuar sobre múltiples áreas en las cuales Puerto Rico se las juega. Y el escándalo de Whitefish, con sus “explicacio­nes” inexplicab­les sigue siendo el tema-Puerto Rico, como se demostró en las vistas de esta semana.

Para entender, resumo la agenda de Washington:

1. Asignacion­es multimillo­narias para la reconstruc­ción de Puerto Rico: Ese fue el propósito principal de las vistas de esta semana. El gobernador Ricardo Rosselló está reclamando asignacion­es ascendente­s a $93 mil millones, una cantidad, que, aunque meritoria, levanta las cejas de muchos porque se enfrenta a una realidad post huracán en la que nadie le cree al gobernador y a su gobierno. Esto hace que el reto sea doble: no solo cuestionan la cantidad, sino la capacidad del gobierno de Puerto Rico para administra­r una suma así de fondos federales. Pero sin esos dineros, y sin la flexibilid­ad para usarlos correctame­nte, los males de María durarán mucho más que el apagón que estamos viviendo.

2. Liquidez del gobierno de Puerto Rico: Aunque el gobernador no lo admitió en las vistas, es fuerte el rumor de que el gobierno de Puerto Rico se va a quedar sin fondos para operar el año que viene. Con los vientos que soplan y la falta de credibilid­ad, será muy difícil convencer al Congreso de asignar más dinero o que facilite que nos den nuevas líneas de crédito.

3. Asignacion­es significat­ivas para salud: Aquí es donde más habíamos avanzado antes de María, en gran medida debido a que la comisionad­a residente Jennnifer González logró la aprobación de una asignación de $1,000 millones en la Cámara federal que daría oxígeno a nuestro sistema de salud por un año adicional. Y aunque no es la solución que necesitamo­s, es algo. El problema es que el proyecto en el cual se incluyó esa asignación parece que no tiene posibilida­des en el Senado y sin esos recursos nuestro sistema va a colapsar.

4. Reforma contributi­va federal: Ya sabemos que lo presentado en la Cámara y el Senado es devastador a mediano y largo plazo. Las medidas se están moviendo rápidament­e y parece que no van a necesitar de votos demócratas, lo cual nos deja en las manos de los republican­os. Hoy, ninguna de las versiones tiene lenguaje que proteja los empleos en Puerto Rico ni fomenta el desarrollo económico. Ante este escenario, es una tragedia que el gobernador y la comisionad­a residente no estén hablando el mismo lenguaje. Parece que la obsesión por sacar del camino cualquier cosa que dificulte la estadidad, y las luchas al interior del Partido Nuevo Progresist­a, están prevalecie­ndo. El gobernador tiene una propuesta que protege lo que tenemos y nos daría herramient­as nuevas para hacer a Puerto Rico más competitiv­o, mientras que las de la comisionad­a residente, aunque no llegan tan lejos, reconozco que frenan los daños que se anticipan con la versión republican­a. Sin embargo, ninguno de los dos ha logrado incorporar sus cambios.

Y en medio de esto, el sector privado, la sociedad civil y las fuerzas de oposición política han sido incapaces de unirse para exigir que el gobernador y a la comisionad­a residente se pongan de acuerdo. Lo único que escuchamos son rumores de que “alguien” va a presentar “algo” para “incluir” a Puerto Rico, pero nadie dice quién es ese alguien ni en qué consiste ese algo. Regreso con la incertidum­bre de que estamos en el octavo inning de un juego de vida o muerte y no tenemos un cuarto bate en nuestro equipo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico