¿Nos cambió la vida el golpe del ciclón María?
Hace varias semanas que vengo oyendo la frase “Después del huracán María nada es igual en Puerto Rico”. Las implicaciones de esa frase son aterradoras desde el punto de vista social, económico y político.
Sin embargo, percibo que esa frase debe ser corregida cuanto antes por la frase: “Todo está volviendo a la normalidad.”
Así que fui muy velozmente al mata-burros llamado diccionario de la lengua española y busqué la palabra en cuestión. Busqué la palabra o más bien el concepto “normal” que dice “dícese de lo que se halla en natural estado”. También dice: “dícese de lo que por su naturaleza, forma y magnitud se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano.
Después de buscar el concepto “normal” en el diccionario me reafirmo en que la frase en toda justicia debe ser “todo está volviendo a la normalidad”. No con la celeridad que todos deseamos, pero poco a poco se va notando la normalidad antes de María.
En mi percepción de la realidad existen solo cuatro cosas que verdaderamente cambian la vida del más lindo: Guerras entre naciones, guerras civiles, conscripción militar y revoluciones políticas. Estas cuatro cosas no son creadas por la naturaleza como el huracán María sino por el hombre. Dicho sea de paso estas cuatro cosas, nos señala Moisés Naim en su libro “The End of Power”, ya no existen desde 1975 para el beneficio de toda la humanidad.
Entonces, se puede muy fácilmente concluir que la algarabía entre Corea del Norte y el presidente Donald Trump no pasa de ser eso: una “gritería confusa de varias personas que hablan a un tiempo”.
Ese no fue el mensaje del huracán María. El mensaje fue claro y conciso. Fue parafraseando al Gabo: Una crónica de una muerte anunciada.
Solo nos queda identificar a los hombres y mujeres que fueron los verdaderos responsables y ostracizarlos, no por misantropía, sino por gracia. Sin hachas que amolar.
Ostracismo: Exclusión voluntaria o forzosa de los oficios públicos, a la cual suelen dar ocasión los trastornos políticos. (RAE) Juan Galtino, San Juan