Obesidad, prediabetes y diabetes: epidemias paralelas
Puerto Rico tiene una de las prevalencias de diabetes más altas en el mundo. Se atribuyen los efectos de nuestra genética, factores ambientales, vida sedentaria, cambios en estilos de vida y la tendencia a la obesidad.
Vivimos en un ambiente extremadamente tóxico. La publicidad de comidas altas en grasas y azúcares refinadas nos invaden. Las estadísticas de la diabetes en Puerto Rico son alarmantes y de la misma manera las complicaciones por ceguera, fallo renal, amputaciones e incapacidad.
Aun cuando estés en la etapa de prediabetes, tu riesgo cardiovascular aumenta. Existen muchos pacientes con neuropatía sin tener diabetes. Se estima que el daño al sistema vascular ocurre una década antes de que los niveles de glucosa suban al rango de diabetes (glucosa en ayunas de más de 126 y/o una hemoglobina glucosilada – A1c-mayor a 6.5 %). En el caso de prediabetes, los niveles de glucosa en ayunas están por encima de 100 mg y la hemoglobina glucosilada (A1c) entre 5.7 a 6.4 %.
Si antes decíamos: “Lo que no mata engorda” ahora podemos asegurar que “Lo que nos mata engorda”. Nos matan los excesos en las azúcares refinadas, los carbohidratos refinados, las grasas tipo “trans”.
De otra parte, nos benefician las frutas naturales, legumbres, carbohidratos altos en fibras, granos, aceite de oliva y dietas tipo mediterráneas.
A la hora de seleccionar carnes, estas deben ser magras y por los menos tres veces en semana debes ingerir pescado (salmón, bacalao fresco, merluza etc.). Igualmente, se recomienda mejorar la ingesta de alimentos ricos en omega 3. Debes incluir una rutina de ejercicio, por lo menos 30 minutos al día (150 minutos en la semana).
Sabemos ya que -con modificación de estilos de vidapodemos prevenir la obesidad y de la misma manera prediabetes y diabetes.
DISTURBIOS EN EL SUEÑO
Muchos de mis pacientes padecen de insomnio. Se reconoce que no dormir bien perjudica nuestra salud: nos predispone a la obesidad y aumenta por mucho el riesgo de desarrollar diabetes.
Si no duerme bien, hable con su médico. Siempre hay opciones. recuerde que la obesidad también está ligada a la apnea de sueño: condición asociada a disturbios en la salud metabólica y cardiovascular.
*Referencias: Figuras Que Pueden Cambiar Edición 1991. El autor es endocrinólogo clínico.