EL IMPACTO DE MARÍA en los Hospitales de Puerto Rico
La devastación causada por el huracán María el pasado 20 de septiembre de 2017 pasará a la historia como el desorden atmosférico de mayor impacto en territorio americano. El país quedo afectado y la industria de salud no fue la excepción. Sin embargo, el equipo humano de nuestra industria de la salud ha realizado un trabajo excepcional al apoyo de la logística y el esfuerzo para que nuestros hospitales puedan funcionar.
Todos los hospitales de Puerto Rico sufrieron algún daño estructural, aunque fuera mínimo, a causa del paso de María. No obstante, esto no los privó de ofrecer sus servicios durante y después del huracán. Algunos hospitales de Puerto Rico relocalizaron a sus pacientes en otras unidades, con el fin de velar por su seguridad. También, al igual que todo Puerto Rico, los primeros días los hospitales sufrieron el impacto de la limitación de diésel. Sin embargo, a través de los esfuerzos de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico, los Directores Ejecutivos y Administradores de los Hospitales, FEMA, las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y el Centro de Operaciones de Emergencias del Gobierno de Puerto Rico (COE), se logró proveer suplido de diésel a todos los hospitales rápidamente.
Algunos hospitales que tuvieron dificultades con los generadores eléctricos, transfirieron sus pacientes al Buque USNS Comfort de la Marina de los Estados Unidos. Esto, una vez más, velando por la seguridad y el bienestar de sus pacientes. FEMA y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos se dieron a la tarea de prestarle generadores eléctricos y suplirle diésel a algunos hospitales alrededor de la isla.
Hoy, la mayoría de los hospitales están ofreciendo todos sus servicios a capacidad, con el fin de velar por el bienestar y la seguridad de todos los puertorriqueños. El Lcdo. Jaime Plá Cortés, presidente ejecutivo, y la Lcda. Marta Rivera Plaza, presidenta de la Junta de Directores, han estado trabajando mano a mano con el COE, el gobierno de Puerto Rico, FEMA y las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos para cubrir las necesidades presentadas por nuestros hospitales y otras organizaciones de salud antes, durante y después de la emergencia.