Significativa pérdida de playas en Rincón
Los destrozos del huracán María en las playas del pueblo, que son su principal fuente económica, requieren soluciones inmediatas
La pérdida de arena y el colapso de estructuras en la costa, a causa del huracán María, mantienen prácticamente detenidas la industria del turismo y la recreación marina en Rincón, un pueblo cuya economía depende de que sus atractivos naturales estén accesibles.
A 81 días del paso del ciclón, los daños en las playas rincoeñas es incalculable; en algunas queda poca o ninguna arena y en otras, la cantidad de escombros de construcción imposibilita todo tipo de actividad humana.
A esto se suma que, debido al colapso de estructuras, hay tuberías sanitarias rotas y, por ende, descargas directas al mar, lo que afecta la calidad del agua y pone en riesgo la salud pública.
“Cada vez que venía un frente frío o pasaba una tormenta por el sur, el oleaje se llevaba la arena y normalmente regresaba en dos semanas, pero ya van casi tres meses del huracán y no ha vuelto”, dijo el director del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico, Ruperto Chaparro.
“La ayuda que se esperaba ha tardado bastante en llegar. Eso ha preocupado a residentes, comerciantes y personas que trabajan en la industria del turismo, que muchos la dan por perdida para esta temporada”, agregó.
Precisamente, esas y otras voces coincidirán mañana en la conferencia “Pensemos en un Rincón más resiliente a eventos naturales costeros”, organizada por el Programa Sea Grant como un esfuerzo para aportar a la recuperación del municipio y aumentar su capacidad de respuesta y adaptación a sucesos como María.
En la conferencia, que tendrá lugar a partir de las 8:00 a.m. en el Hotel Villa Cofresí, participarán investigadores y expertos en los temas de erosión, riesgos costeros, dinámica de las costas y resiliencia, entre otros. Habrá representantes de agencias estatales y federales.
DEMOLICIÓN Y REMOCIÓN
Chaparro indicó que una de las metas del encuentro es que se concrete la demolición y remoción de los escombros de construcción en las playas. Mencionó, por ejemplo, que las áreas de Córcega, Barrero, Parcelas Stella y Los Almendros “están llenas” de restos de verjas, piscinas, alambre de púas, cyclone fence, cemento, bloques y varillas, entre otras cosas que el huracán destrozó. El “problema”, añadió, es que las tareas de demolición y remoción son costosas, y difícilmente podrán ser sufragadas por el ayun-
tamiento. El Programa Sea Grant recabará el apoyo de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (Usace) y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).
“La pregunta más importante ahora es quién se va hacer cargo de la demolición y remoción de esos escombros de construcción. Rincón –y todo Puerto Rico– tomó el modelo de desarrollo turístico de Miami y Hawái, que es basado en playas de calidad de agua, con buena arena, y los colores atractivos del trópico. No podemos permitir que eso se pierda para siempre”, dijo Chaparro.
REALIMENTACIÓN
Mañana también se hablará de realimentación de playas con arena, una técnica que ya se ha utilizado en la isla, en zonas de Dorado y la antigua base Roosevelt Roads, en Ceiba.
Chaparro explicó que la técnica consiste, en primer lugar, en identificar depósitos de arena suba- cuáticos, a una profundidad de 100 pies o más. Con una manga –tipo vacuum cleaner–, un barco extrae la arena, que luego se mueve a otra embarcación de menor calado. Ese otro barco es el que deposita la arena en la orilla.
La técnica es costosa, a razón de $1 millón por milla de playa, y se ha implantado en estados como Florida, Texas, Nueva Jersey y Carolina del Norte.
“Es la solución preferida que se tendría, y se puede hacer siempre y cuando se tengan los estudios requeridos de impacto ambiental para proteger los corales y otros organismos”, dijo Chaparro.
Datos del Programa Sea Grant apuntan a que, desde 1936 al presente, se han perdido cerca de 32 cuerdas de arena en las playas entre Córcega y Barrero.
Según Chaparro, la pérdida responde a “malas decisiones” de las agencias que otorgaron permisos para construir en la zona marítimo terrestre, y al aumento en el nivel del mar a causa del cambio climático. El huracán María agravó la situación.
“Desde 1936 hasta el presente, se han perdido cerca de 32 cuerdas de arena en las playas entre Córcega y Barrero, en Rincón” RUPERTO CHAPARRO DIRECTOR DEL PROGRAMA SEA GRANT DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO