CÓMO PROTEGERTE
La OMS ha determinado que la contaminación del aire es el riesgo ambiental más grande para la salud que se enfrenta hoy en el mundo.
El primer paso para reducir sus efectos en tu cuerpo es educarte sobre los riesgos de la contaminación del aire en tu área y tomar acciones para disminuir la emisión de hidrocarburos en el ambiente.
Niños, embarazadas, ancianos y personas con dolencias respiratorias o cardiovasculares deben extremar las precauciones.
Usa mascarillas para material particulado, preferentemente con recomendación N95, una norma del National Institute of Occupational Safety and Health (Niosh), de Estados Unidos.
Restringe las actividades físicas al aire libre o en las áreas más contaminadas.
Toma mucha agua, ya que los contaminantes que ingresan al cuerpo pueden eliminarse por la orina.
No dejes de usar tus medicamentos de mantenimiento si padeces de una enfermedad respiratoria.
En términos del sonido, la mejor defensa es alejarse de las zonas de ruido tóxico. Si no se puede, hay que usar aparatos protectores de audición. Por ejemplo, los tapones para los oídos (de espuma, de cera), atenúan el ruido de 26 a 33 decibelios según su eficacia.