Donald Trump agrava la tensión en el conflicto palestino-israelí
El presidente estadounidense amenazó con eliminar fondos para palestinos a su llegada al Foro Económico Mundial
DAVOS.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agitó ayer aún más las ya revueltas aguas en torno al conflicto palestino-israelí, al amenazar con retirar más ayudas a los palestinos si no se sientan a negociar la paz y advertir a la vez a Israel de que el reconocimiento de Jerusalén como capital tendrá un costo.
Nada más pisar el Centro de Congresos donde se celebra el Foro Económico Mundial, donde el presidente estadounidense pronunciará hoy un discurso tan esperado como temido por la élite política y económica mundial, Trump demostró que no ha venido a Davos a comparar notas con otros líderes sobre la mejor estrategia a seguir para resolver conflictos, especialmente el palestino-israelí.
El presidente de Estados Unidos mantuvo ayer reuniones bilaterales con dos estrechos socios: el Reino Unido e Israel.
En su encuentro con la primera ministra británica, Theresa May, realzó las “excelentes relaciones” entre ambos y calificó de “falsos rumores” las supuestas tensiones Washington y Londres a raíz de la reciente cancelación del viaje del presidente a Londres.
Hasta ahí, nada extraordinario. Pero fue la reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, donde Trump decidió incendiar una vez más los ánimos en torno al conflicto palestino-israelí: amenazó con suspender más ayudas a los palestinos y reprochó a los dirigentes de la Autoridad Nacional Palestina haber “faltado el respeto” al “gran” vicepresidente estadounidense, Mike Pence.
El presidente palestino, Mahmud Abás, se negó a recibir a Pence durante el viaje que el vicepresidente realizó recientemente a la región, en protesta por la decisión estadounidense de reconocer Jerusalén como capital de Israel el pasado 6 de diciembre, momento desde el que considera que EE.UU. se ha “descalificado” como mediador para la paz.
Estados Unidos ya ha congelado 65 millones de dólares que aporta al presupuesto regular de la agencia de la ONU para Refugiados Palestinos y suspendido otros 45 millones en ayuda alimentaria.
A los palestinos, dijo Trump, EE.UU. les da cientos de millones de dólares en ayudas, un dinero, añadió, “que está encima de la mesa, pero no lo recibirán si no se sientan a negociar la paz”, sentenció.
La reacción de los palestinos no se hizo esperar: la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y la presidencia rechazaron la política de “chantaje” y “presión”.
Trump sostuvo que, frente a los palestinos, Israel quiere “hacer la paz”, y la otra parte “tiene que hacer la paz también” si quiere seguir recibiendo la ayuda estadounidense.
El presidente de EE.UU. sugirió que ahora que la cuestión de Jerusalén está “fuera de la mesa” de negociación, los palestinos ya no tienen excusas.
“Quien diga que Jerusalén está fuera de la mesa de negociaciones dice que la paz está fuera de la mesa”, protestó el secretario gene- ral de la OLP, Saeb Erekat, quien acusó a EE.UU. de estar “fuera del consenso internacional”.
En su reunión con el primer ministro israelí, Trump dijo que el reconocimiento de Jerusalén coentre mo capital de Israel tendrá un costo para Netanyahu.
“Ganas en un aspecto y tendrás que ceder en algunos más adelante en la negociación” si se reanuda alguna vez, señaló.
Netanyahu agradeció a Trump el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y la decisión de acelerar a finales de 2019 el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén.
Trump, en un lenguaje vago y sin entrar en detalles, aseveró además que “algo va a pasar” y que Israel “va a hacer algo que es muy bueno” para el proceso de paz.
El primer ministro israelí tampoco aclaró las palabras del presidente estadounidense.
Trump aseguró además que su administración tiene “una propuesta para la paz” que “es excelente para los palestinos y muy buena para Israel”.
“Ese dinero no se va a entregar (a los palestinos) a menos que se sienten a negociar la paz” DONALD TRUMP PRESIDENTE DE EE.UU.