José Luis Ortiz vive un sueño tras conquistar el premio Eclipse
El jinete boricua recuerda que siempre soñó con competir entre la elite
Desde que debutó en el hipismo de Norteamérica en el 2012, la carrera del puertorriqueño José Luis Ortiz ha sido similar a una prueba de distancia en la que el jinete y su ejemplar caen atrás, pero luego rematan en la recta final y capturan la victoria.
Con la conquista el jueves en la noche de su primer Premio Eclipse como el Jinete Más Destacado de 2017, el trujillano demostró estar en su mejor momento. El importante galardón llegó meses después de su primera victoria en una prueba de la Triple Corona del hipismo estadounidense, al ganar el Belmont Stakes a bordo de Tapwrit, el pasado 10 de junio.
Y no es que Ortiz —hermano menor del también jinete Irad Ortiz, Jr.— no haya tenido éxito desde que optó por hacer las maletas y marcharse del barrio La Gloria en Trujillo Alto a probar suerte en las pistas de Estados Unidos. Pero, con cada año que pasa, ha logrado solidificarse como uno de los principales exponentes de las bridas en la nación estadounidense. Eso quedó confirmado con el Eclipse que recibió en sus manos durante la ceremonia en el Gulfstream Park, en Hallandale, Florida.
Aunque el puertorriqueño dominó con sobre $27 millones el renglón de las ganancias acumuladas con sus montas de 2017 —que según los entendidos es la principal estadística que toman en cuenta los votantes para otorgar el galardón al mejor jinete—, Ortiz no acudió a la ceremonia cantando victoria.
“Fue súper emocionante. Tú puedes tener buenos números, pero no es algo que es automático (ganar el premio). Ellos tienen que votar y depende del gusto de ellos”, dijo Ortiz en entrevista telefónica con El Nuevo Día horas después de la ceremonia.
El trujillano asistió a la premiación con su familia inmediata, incluyendo sus padres Irad Ortiz, Sr. y Vilma Morales, su hermano Irad, Jr., así como su esposa Taylor y la bebé de siete meses de ambos, Leilany.
RECOMPENSA AL SACRIFICIO
Ortiz fue el escogido sobre los otros dos finalistas, el venezolano Javier Castellano y el estadounidense Mike Smith.
“Sales de Puerto Rico con una esperanza de que por lo menos puedas establecerte en un hipódromo de Estados Unidos. Gracias a Dios que me bendijo con estar en la posición que estoy en solamente seis años” JOSÉ LUIS ORTIZ JINETE
“Mike Smith tuvo un gran año. Ganó el Pegasus World Cup, ganó el Dubai World Cup y ganó 15 (carreras) Grado I, así que comoquiera uno se pone un poco más nervioso”, comentó Ortiz.
Sin embargo, cuando el jinete de 24 años escuchó su nombre como el recipiente del premio al mejor montador de la National Thoroughbred Racing Association (NTRA), pensó de inmediato en todo lo que le costó llegar al gran momento que está viviendo en su carrera.
“Pensé en todos los sacrificios que he hecho para llegar aquí. Todos los sacrificios que tuve que hacer con mi hermano, mi familia, mi mamá, mi papá… todos los sacrificios que ellos hicieron para guiarnos por el camino correcto. Muchas cosas bonitas, pensando en toda mi familia, mi hija y mi esposa. Todo pasa por la mente”.
Con su gesta, Ortiz se unió a Ángel Tomás “Junior” Cordero y a John Velázquez como los únicos puertorriqueños en haber conquistado el preciado trofeo. Los primeros dos, miembros del Salón de la Fama de la hípica norteamericana que incluye a otras jurisdicciones como Canadá y Puerto Rico, conquistaron el Eclipse en años seguidos en 1982-1983 y 2004-2005, respectivamente.
“Es un honor para mí agregarme a esa lista. Cordero fue un ídolo para una generación anterior a mí, porque yo no lo vi montar, pero he escuchado mucho de él, he visto películas, y he escuchado de las cosas que hizo y que no fue fácil. Y pues, John Velázquez es mi ídolo. Crecí viendo a John y siempre fue un ídolo para mí. Unirme a esa lista es un honor”.
LA CREMA DE LA CREMA
Tras un lento comienzo en 2012, el éxito ha sido rápido y progresivo para Ortiz, egresado de la Escuela Vocacional Hípica Agustín Mercado Reverón al igual que su hermano Irad, Jr. y que el comerieño Evin Román, quien el jueves también cargó con un Eclipse como el Jinete Aprendiz del Año. Tras terminar su año de aprendiz en 2012 en la posición 91 en ganancias generadas, del 2014 en adelante ha estado siempre entre los mejores cinco, incluyendo su primer lugar el año pasado con $27,318,875, y tercero en 2016, cuando además fue el líder de victorias y obtuvo su primera nominación al Premio Eclipse. “No, jamás”, contestó al preguntársele si pensó que despuntaría tan rápido en el competido mundo del hipismo. “Sales de Puerto Rico con una esperanza de que por lo menos puedas establecerte en un hipódromo de Estados Unidos. Gracias a Dios que me bendijo con estar en la posición que estoy en solamente seis años”, apuntó.
“Fue bien fuerte al principio cuando fui para Belmont (Nueva York). Me quedé un poco corto en el primer meeting con ellos, pero seguí tratando, tratando y tratando, y gracias a Dios y a mi agente también (Jimmy Riccio), pude salir adelante y estar donde estoy hoy”, contó el boricua.
La vena hípica de los hermanos Ortiz, quienes hacen campaña en los hipódromos de Nueva York, la heredaron de su padre. Y precisamente fue su progenitor quien los inspiró a buscar los mejores escenarios.
“Siempre soñé con eso; con montar en los mejores hipódromos de Estados Unidos. Y mi papá siempre nos enseñó que los mejores hipódromos de Estados Unidos eran los de Nueva York. Esos fueron los primeros hipódromos que quisimos visitar, ya que también mi abuelo vivía en Nueva York, y cuando teníamos 10, 11 y 12 años veníamos a visitarlo e íbamos a Aqueduct”, recordó Ortiz.
FUNDAMENTAL SU FAMILIA
Al repasar su historia, Ortiz expresó lo importante que fue tener a sus padres y a su hermano junto a él durante la premiación.
“Para nosotros es un sueño, para mi papá especialmente, que es a quien le gustan los caballos. Estar ahí con mi papá y mi mamá fue emocionante. Bien contento de que ellos pudieran estar ahí disfrutando este momento conmigo”, dijo Ortiz, al tiempo que reconoció el papel de su hermano en su carrera.
“Yo celebro sus victorias y él celebra las mías”, dijo sobre Irad, Jr., quien ganó también una carrera de la Triple Corona, al vencer sobre Creator igualmente en el Belmont Stakes, pero un año antes que él. “Gracias a él (Irad) estoy donde estoy, aparte de las cosas que aprendí en la Escuela Vocacional Hípica. Pero sabes que cuando sales a montar no es lo mismo, y tú necesitas a alguien al lado tuyo que te esté diciendo todos los días los errores que cometiste. Ahí es que entró Irad bien fuerte. Le tengo que dar las gracias a él por ser la clase de jinete que soy hoy día”.
Ese valor que le da a la aportación de su hermano quedó evidenciada el jueves en la noche, cuando José Luis cerró su discurso de aceptación del premio, dedicándole el Eclipse a su hermano Irad, Jr., sin poder disfrazar la emoción en su voz.