Karen Rossi
comparte su experiencia con el documental “Ser grandes”
A la cineasta Karen Rossi le preocupa la educación pública de nuestro país. ¿Qué tipo de ciudadanos estamos formando?¿Con qué apoyo cuentan los estudiantes para lograr sus metas? ¿Quiénes y cómo hacen la diferencia para ayudarles a lograr sus sueños?
Responder estas y otras preguntas motivó a la directora investigar la labor que a estos fines realizan varias entidades educativas sin fines de lucro en Puerto Rico. Para su sorpresa encontró muchas, pero una de ellas la impactó particularmente. Se trata de Jóvenes de Puerto en Riesgo, una entidad con 20 años de trayectoria que ofrece talleres de crecimiento personal y mentoría para los menores de edad.
A través de la relación que estableció con la organización, Rossi identificó a tres jóvenes que se convirtieron en protagonistas de su documental “Ser grandes”. Este trabajo presenta la experiencia de Juan Miranda Pietri, Ivianyd del Valle Andrades y Rushian Feliciano en Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo, pero se enfoca en lo que ocurre en sus vidas después.
“Yo no quería contar la historia del programa sino observar la experiencia de tres jóvenes y qué impacto tuvo en ellos. Los seguimos durante nueve meses a los talleres, a sus casas y a sus escuelas. Los dejamos de grabar por un año y regresamos en 2016 a seguir grabando”, explicó la cineasta.
En Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo, los muchachos adquirieron herramientas para enfrentar diferente retos personales. En el caso de Juan, fue la búsqueda de su orientación sexual. Mientras, Ivianyd y Rushian lidiaron con situaciones relacionadas a la influencia maternal en sus vidas.
Aunque Rossi asegura que entre todos los muchachos que recibieron servicios de la organización pudo haber escogido a cualquiera, se dejó llevar por su intuición para tomar la decisión. También pesó la soltura y naturalidad de los protagonistas frente a la cámara.
Durante el proceso de realizar el documental, todo el equipo de trabajo creó intimidad con los personajes de la historia. Incluso, Rossi se convirtió en mentora de los tres muchachos y asegura que “si ellos lo permiten” desea mantener esa relación por el resto de sus vidas.
“La privilegiada soy yo. La que más aprendió fui yo. Son tan sanos, tan brillantes y tienen tanto que ofrecer que lo que quiero es que -igual que tantos otros jóvenes en el país- encuentren dónde cultivar todo lo que tienen adentro”, precisó Rossi, quien financió el proyecto con $120,000 provenientes de un préstamo del Fondo de Desarrollo del Programa de Cine y de inversión privada.
El deseo de contribuir a abrirles puertas a los adolescentes es la semilla de la campaña de comunicación social que estará atada al documental. La misma incluye una plataforma virtual para presentar el trabajo que realizan varias organizaciones en Puerto Rico y servir de enlace con todo aquel que quiera colaborar. En torno a la película también se llevarán a cabo conversatorios, talleres y otras ac-
“Desde los ocho años de edad, el pensamiento de que no valgo ha gobernado mi vida y ahora lo puedo ver. Hoy yo escojo el pensamiento de que soy una mujer valiente” IVIANYD DEL VALLE ANDRADES JOVEN PROTAGONISTA “Si tú juegas con tu residencial, por tu residencial, tú lo haces con orgullo entiendes. Como que este es mi residencial y yo voy a dar lo último, en ese juego se deja todo”. RUSHIAN FELICIANO JOVEN PROTAGONISTA
“Es que hoy en día los hombres creen que todo se lo merecen o todo tiene que estar alrededor de ellos y no es así” JUAN MIRANDA PIETRI JOVEN PROTAGONISTA
tividades que de alguna manera respalden a los jóvenes.
Este acercamiento al documental como herramienta educativa es una nueva experiencia para Rossi. Aunque en el pasado también dirigió el documental “Isla Chatarra” (2010), entre otros , no ha sido hasta ahora que aprovecha el potencial de alcance que tiene este tipo de pieza para ampliar la conversación sobre temas importantes en la sociedad.
“Cuando hice 'Isla Chatarra' mi intención era hacer un buen documental. Después empezaron a llamarme universidades para hacer conversatorios y me di cuenta de que el documental sirve para mucho más. Ha sido bien gratificante entrar a este documental con la mentalidad de que quiero acercarme a los jóvenes para después tener una conversación mayor”, apuntó.
Además de recibir lecciones de los muchachos, la cineasta está agradecida de haberse insertado en la vida diaria de la comunidad donde viven los jóvenes, el residencial Luis Lloréns Torres.
“Vi familias, vi comunidad, vi jóvenes atletas, madres trabajadoras, jóvenes llenando sus solicitudes para la universidad. O sea, el Lloréns que yo vi no es el Lloréns violento que se suele presentar públicamente”, apuntó quien espera haber capturado uno de tantos escenarios que conviven en el residencial.
Actualmente, Rossi trabaja en otro documental sobre la historia de la banda de reggae puertorriqueña Cultura Profética y anhela pulirse en este género del cine que le parece tan importante cultivar aquí porque nos permite vernos.
Después del estreno de “Ser grande”, su sueño es que el público se entusiasme por contribuir a fortalecer el trabajo que realizan las organizaciones que apoyan a la juventud.