Reforma contributiva cambiaría la tributación de quienes trabajan por su cuenta
El plan para una nueva reforma contributiva presentada ayer por el gobernador Ricardo Rosselló establece unas tasas contributivas para los individuos que ganan $100,000 o más al año que son, proporcionalmente, más bajas que las que aplicarían al asalariado promedio.
La propuesta reforma consiste, a grandes rasgos, en la reducción de tasas contributivas para individuos -incluso los que trabajan por su cuenta- y la de las corporaciones; un alza en la cifra de exención total (de $9,000 sube a $12,500), una reducción en el Impuesto sobre Ventas y Usos (IVU) a los alimentos procesados de 11.5% a 7%, elimina el impuesto por transacciones entre negocios (conocido como B2B) y otorga un crédito por trabajo para algunos asalariados.
Las tasas contributivas de los asalariados, incluidos los que trabajan por su cuenta, bajan de 7% a 0.9% para quienes tengan ingresos anuales de $12,500 a $21,000. Aquellos que ganan $21,000 a $45,000 tributarán 9%, cuando en la actualidad es 14%. Los que ganan $45,000 a $58,000 pagarán 19%, que hoy es 25%; mientras que los que ganan $58,000 o más tributarán 31%, en comparación con el 33% de la actualidad.
Los ingresos de $100,000 pagarán 5%, de entre $100,000 a $200,000, pagarán 10%; entre $200,000 y $500,000, 15%, y más de $500,000 pagarán un 20%, anunció el gobernador en una conferencia de prensa de casi una hora en un restaurante de Santurce, antes de marcharse para dar la bienvenida para la celebración de los juegos de Grandes Ligas de béisbol en Puerto Rico.
El secretario de Hacienda, Raúl Maldonado, y el secretario auxiliar de Rentas Internas, Francisco Parés Alicea, precisaron que la reforma entraría en vigor gradualmente. Por ejemplo, la reducción al IVU en los alimentos procesados de 11.5% a 7% comienza en el 2018 en la planilla mensual que rinden los comerciantes a Hacienda, una vez lo apruebe la Legislatura. Aplica solo a comercios con transacciones electrónicas.
La reducción del 3% del B2B será en el 2019 y, en el 2020, se habrá eliminado. Mientras que las nuevas tasas contributivas se comenzarán a retener a partir de enero de 2019 para que sean tributables en la planilla del 2020 y el bono al trabajo ya estará vigente para la planilla del 2019.
La propuesta de reforma laboral permitirá que los que trabajan por su cuenta escojan el mecanismo que usarán para tributar por sus ingresos. El primero sería rindiendo planilla y pagando la tasa establecida según sus ingresos anuales, pero deberán presentar evidencia de todos los gastos, certificados por un contable.
“Hoy día, esa documentación, esa persona no venía obligada a validarla”, dijo Parés Alicea.
La otra opción es un sistema nuevo que les permite no rendir planilla de contribución sobre ingresos y tributar por sus ingresos brutos, explicó Maldonado. Ese sistema deja atrás el 7% actual de retención de ingresos, agregó.
Parés Alicea dijo que el nuevo sistema tributario se basa en que ahora hay más personas trabajando por su cuenta, pero, al pedirle los estudios que demuestran esa percepción, habló de que “es de conocimiento general” y de análisis conducidos por la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico.
Preguntado si el nuevo sistema tributario es desigual para el asalariado, Maldonado sostuvo que ese sector contará con deducciones por dependientes, préstamos estudiantiles e hipotecarios y el bono al trabajo de entre $300 a $2,000. El tope de ingresos para recibir ese bono es de $42,000 anuales, y el secretario aseguró que aplicaría a un 86% de la población.
La reforma contributiva consistirá de dos proyectos: uno que crea un nuevo Código de Incentivos y otro que enmienda el Código de Rentas Internas. La Fortaleza informó que este último sería divulgado al terminar el trámite con secretaría. Mientras que el nuevo Código de Incentivos sería presentado a la Legislatura en las próximas semanas.
EFECTO INCIERTO
Aunque la anunciada reforma contributiva busca atajar la evasión, darle un incentivo al pequeño comerciante sobre todo el que recién comienza operaciones y reducir las tasas contributivas para individuos y corporaciones, los supuestos en los que está cimentada están por verse, opinó ayer el contable Kenneth Rivera.
Recalcó que la iniciativa del gobierno es buena en la medida en que “había que hacer algo con el sistema contributivo” de la isla. Pero destacó que, con la limitada información que se tiene hasta el momento, hay que esperar por el proyecto de ley que finalmente someta el gobernador Rosselló, cuáles serán los números reales y la validación de la Junta de Supervisión Fiscal. Pero, más importante, dijo, es la incidencia que tendrán dos elementos aún desconocidos: la emigración y el desarrollo económico.
“Cuánto va a despuntar la economía aquí porque se sigue contrayendo. Eso afecta mi base contributiva”, dijo el expresidente del Colegio de Contadores Públicos Autorizados.
Rivera dijo que está por verse si la intención del gobierno es incentivar o subsidiar a los que comienzan su negocio. Si lo que hoy intenta incentivar “lo deja toda la vida, es un subsidio y tenemos el equivalente al subsidio en varias actividades”.
Indicó que quien trabaja por su cuenta “va a tener que hacer sus números” para determinar cuál escala utilizar. Yañadió que la nueva escala es mejor para quien “hace las cosas correctas” y que, para quienes presentan gastos que no pueden evidenciar, representa una forma de atajar la evasión.