El Nuevo Día

ACABÓ LA ESPERA

Estrellas boricuas de Cleveland y Minnesota salen a jugar ante su pueblo

- ANTOLÍN MALDONADO RÍOS antolin.maldonado@elnuevodia.com Twitter: @antolinmr7­1

GURABO.– El campocorto estrella de los Indios de Cleveland, Francisco Lindor, es una de las figuras jóvenes de mayor popularida­d en el béisbol de Grandes Ligas, admiración que ha trascendid­o con creces hasta su país.

El jugador de 24 años, que hace poco más de una década emigró de Puerto Rico al estado de Florida junto a sus padres, tiene muy vivo en el recuerdo sus años de infancia y en el béisbol en la isla, específica­mente en la escuelita elemental Villa Marina de Gurabo, donde estudió hasta el 2005.

“(Recuerdo) todos los momentos que yo corría por el parque, por la escuelita; cuando le daba a la bolita y corría. Todas las veces que entré sudando a los salones. Ver a los maestros que me dieron clases a mí, es algo hermoso”, dijo Lindor ayer durante una visita a la escuela de su infancia.

Los vítores de los alrededor de 250 estudiante­s que componen la matrícula y los prolongado­s abrazos de quienes fueron sus maestras en grados primarios dentro del aula, enmarcaron la visita de poco más de dos horas del jugador cagüeño, quien iluminó el ambiente desde su llegada. Fue el preámbulo a su esperada cita de esta noche y mañana, miércoles, en el estadio Hiram Bithorn de San Juan, para los dos juegos de Grandes Ligas en que sus Indios enfrentará­n a los Mellizos de Minnesota.

La iniciativa de Major League Baseball (MLB) para llevar a Lindor y a Eddie Rosario — de los Mellizos— a sus respectivo­s pueblos de Gurabo y Guayama, respectiva­mente, fue denominada Players Going Home. Este es un esfuerzo de MLB por darle la oportunida­d a los peloteros de las Mayores de volver a sus raíces y agradecer de algún modo a aquellos que los ayudaron en su desarrollo hasta cumplir el sueño de alcanzar las Mayores.

Una valiosa foto de la clase 2004-2005 queda como muestra en la Escuela Villa Marina, de que en efecto, Lindor pasó por aquí.

“Mire a ver si puede identifica­rlo”, preguntó a este diario Mayte Vázquez, quien enseña inglés actualment­e en los niveles de tercero a quinto grado. En la imagen, con unos 11 a 12 años, aproximada­mente, Lindor ya exhibía su famoso afro, el mismo look con que se dio a conocer desde que debutó en las Mayores en la temporada de 2015.

Lindor tendrá hoy su primera oportunida­d de jugar como profesiona­l en el país que nació y dio sus primeros pasos como pelotero hasta que su familia partió a Estados Unidos para cursar su escuela intermedia y continuar su desarrollo deportivo.

“¿Cuál es la clase favorita de ustedes?”, preguntó Lindor a algunos niños, a quienes dedicó tiempo ayer durante su visita para hablarles, aconsejarl­es y fotografia­rse con ellos. “Ninguna”, contestó jocosament­e un niño, a lo que Lindor respondió, “¿Cómo va a ser?, te tiene que gustar por lo menos alguna clase”.

Lindor caminó luego junto a su madre María Serrano por los mismos pasillos que recorrió de chiquillo. Esta vez, sin embargo, quién diría que para observar la admiración que sienten por él los pequeños estudiante­s del plantel, y que expresaron a través de un proyecto de aprendizaj­e. Fue algo que destacó emocionado el director de la escuela, Inti Santiago, pues subrayó que lo de ayer no fue una visita cualquiera. Los niños, según dijo, se ocuparon de aprender la historia de Lindor y sobre el béisbol, y de aplicar todo lo aprendido en tareas para las clases de español, inglés y hasta ciencia.

ORGULLOSA MADRE

“Yo lo traje aquí… por las mañanas lo dejaba aquí, y por las tardes lo traía a jugar. La emoción es bien grande”, dijo su progenitor­a en relación al hecho de verlo convertido en una estrella y ser recibido con tanta admiración en la isla. “No esperábamo­s que viniera a jugar acá (un juego de Grandes Ligas), pero es bien importante para todos verlo jugar aquí de grande”.

DIBUJOS EN LAS PAREDES

Las paredes exteriores de los salones de la escuela estaban adornadas con dibujos del pelotero y cuentos redactados por los niños en alusión a Lindor. “Yo no era el mejor estudiante, pero tampoco era un estudiante malo”, dijo.

Como parte de la jornada, Lindor recibió un reconocimi­ento en medio del terreno de juego al que tantas veces su mamá tuvo que ir a buscarlo cuando llegaba a recogerlo a la escuela. Además, el niño Naviel Carrasco, de cuarto grado, le entregó un retrato dibujado por él, entre otros obsequios que el jugador recibió. “Es algo sumamente especial. No soñé con que yo fuese el ídolo de ellos. Soñaba con estar aquí con los nenes y decirles que sí es posible. Siguen siendo niños. Con tantas cosas que han sucedido, aunque ya Puerto Rico está mucho mejor, verlos con la sonrisa y que desean hacer cosas grandes, es algo bonito”, dijo.

“No soñé con que yo fuese el ídolo de ellos (los niños). Soñaba con estar aquí con los nenes y decirles que sí es posible” FRANCISCO LINDOR CAMPOCORTO

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 ?? Tonito.zayas@gfrmedia.com ?? El campocorto de los Indios de Cleveland impartió clínicas de béisbol a niños de escuela elemental en Gurabo.
Tonito.zayas@gfrmedia.com El campocorto de los Indios de Cleveland impartió clínicas de béisbol a niños de escuela elemental en Gurabo.
 ?? Tonito.zayas@gfrmedia.com ?? Lindor estuvo acompañado por su madre, María Serrano, durante la visita a la escuela Villa Marina.
Tonito.zayas@gfrmedia.com Lindor estuvo acompañado por su madre, María Serrano, durante la visita a la escuela Villa Marina.
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