Un cagüeño por adopción
El bateador designado de Cleveland vivió en Caguas entre los años 1994 y 2000
Sin saberlo, la decisión de la familia del dominicano Edwin Encarnación de mudarse a Puerto Rico cuando el pelotero era un adolescente tuvo un gran impacto en su carrera. Hoy, 24 años después de que su familia se estableciera en Caguas, el jugador de los Indios de Cleveland asegura que fue lo mejor que le pudo pasar en su desarrollo como atleta.
“Viví cinco años en Puerto Rico. Cuando hice eso yo no tenía idea (del draft). Mi papá trabajaba en la Universidad del Turabo. Y como trabajaba aquí nos trajo para acá”, dijo Encarnación previo al partido de ayer ante Minnesota.
Contrario a la mayoría de los jugadores dominicanos o peloteros no nacidos en Canadá, Estados Unidos o Puerto Rico, Encarnación tuvo que pasar por el sorteo de jugadores debido a que se desarrolló en las categorías menores en la isla. Aunque pudo haber recibido una bonificación más alta de haber firmado como agente libre, jugar en suelo boricua le ofreció otras oportunidades.
“No fue nada planificado. Cuando vino el draft yo me iba a ir para Dominicana para firmar en Santo Domingo, pero después me dijeron que no podía ir porque ya pertenecía al draft de Estados Unidos”, explicó.
Luego de jugar en las categorías menores, Encarnación fue reclamado por los Vigilantes de Texas en la novena ronda del sorteo del 2000. Lo hizo saliendo de la escuela superior Manuela Toro Morice del Valle del Turabo.
“Yo jugué en Villa Blanca y después en (liga) Caguax. Después, a los 16 años, jugué con Johnny Ramos —destacado evaluador de talento puertorriqueño— en Fajardo. Y ahí ‘draftée’. Aquí aprendí a jugar con fundamento. Aquí se practica mucho los fundamentos. En Dominicana no hacemos eso. Allá es batear y parar, y ya. Aquí desde pequeño se enfatiza mucho en los fundamentos y aquí aprendí mucho”, dijo el jugador nacido en La Romana.
SE SIENTE BORICUA
“Soy prácticamente puertorriqueño. Me siento muy orgulloso cada vez que vengo a esta tierra que me abrió las puertas a mí y a mi familia. Me siento orgulloso de estar aquí nuevamente. Aquí está toda mi familia. Viene la gente de Caguas donde yo vivía”, indicó Encarnación, quien vivió en la isla de 1994 hasta el 2000.
Encarnación, de 35 años, tiene 351 jonrones en 14 años de carrera. Además de Cleveland, ha militado con las novenas de Cincinnati y Toronto.