Lo que debes saber
sobre las vacunas
Las vacunas son uno de los grandes avances de la medicina moderna y gracias a ellas somos capaces de prevenir 16 peligrosas enfermedades que hace tan solo unas décadas eran responsables de millones de muertes e incapacidades severas. A pesar de la protección que ofrecen contra enfermedades muy peligrosas, en los últimos años la aparición de mitos relacionados con las vacunas pone en peligro los avances logrados. A CONTINUACIÓN, ALGUNOS DE LOS MITOS MÁS PREVALENTES:
MITO 1: La mayoría de esas enfermedades ya no están presentes, así que no tengo que vacunar a mi hijo.
Este es un concepto erróneo sobre las inmunizaciones. Aunque no se observen con frecuencia, la mayoría de las enfermedades que se pueden prevenir con vacunas todavía existen. Cuando los padres deciden no inmunizar a sus hijos en función de información errónea sobre las vacunas, no solo ponen en riesgo a sus niños sino también a otras personas.
MITO 2: La vacuna puede provocar la misma enfermedad que debe prevenir.
Es imposible contraer la enfermedad a partir de una vacuna hecha con virus o bacterias muertos o con solo parte del virus o la bacteria. Solo en el caso de las inmunizaciones preparadas con virus vivos debilitados, como la vacuna contra la varicela o contra el sarampión, la papera y la rubéola (triple vírica), existe una posibilidad de que el niño tenga una forma leve de la enfermedad, pero casi siempre de mucha menor gravedad que la que se produce cuando la persona contrae la enfermedad.
MITO 3: Los demás niños ya han sido vacunados, así que no hay razón para vacunar al mío.
Falso: Recuerda que tu hijo también tiene contacto con personas que no pertenecen al ámbito escolar. Y si una persona considera obviar la aplicación de las vacunas, es probable que otras personas estén pensando lo mismo. Cada niño que no recibe inmunización representa una oportunidad adicional de propagación de estas enfermedades altamente contagiosas.
MITO 4: Las vacunas no son 100 % eficaces, así que para qué vacunar a
mi hijo.
Cierto, las vacunas no son 100 % efectivas. No obstante, las vacunas constituyen una de las armas más efectivas para luchar contra la enfermedad: funcionan entre el 85 % y el 99 % de los casos. Disminuyen notablemente el riesgo de que tu hijo contraiga enfermedades graves (en especial cuando más personas las utilizan) y reducen la posibilidad de que las enfermedades se apoderen de una población. MITO 5: Las vacunas causan autismo. Falso: Este mito se originó con un estudio de 1997 publicado por Andrew Wakefield, un cirujano británico. El artículo que fue publicado en The
Lancet, una prestigiosa revista médica, fue desacreditado por completo debido a serios errores de procedimiento, conflictos financieros de interés no revelados y violaciones éticas. De hecho, Wakefield perdió su licencia médica. Además, numerosos estudios han comprobado que no existe ninguna relación entre las vacunas y el autismo.