Reclaman su espacio comunitario
Vecinos de la calle Loíza quieren darle nuevos usos a la escuela Pedro Goyco ACONDICIONAN PLANTEL CERRADO
Sean y Danielle Hollitz se encuentran en Puerto Rico para celebrar su sexto aniversario de bodas. Ayer en la mañana, lejos de darse la buena vida como turistas, sudaban la gota gorda en la escuela Pedro Gerónimo Goyco, en el corazón de la calle Loíza, en Santurce.
Empujando una carretilla, Sean, un planificador financiero, contó que solicitó información en el hotel donde se queda con su esposa, sobre actividades en que pudieran trabajar como voluntarios y les contaron del esfuerzo de la comunidad de la calle Loíza por remozar el plantel, cerrado desde el 2015.
“Queríamos hacer trabajo voluntario por todo lo que hemos escuchado”, dijo, en referencia al huracán María. “Nos sentimos privilegiados de vivir en Nueva York y tener la vida que tenemos, así que para nosotros es bien importante dar de nuestro tiempo”, explicó a El Nuevo Día.
“Queremos hacer del voluntariado una actividad más regular de nuestras vidas y no podíamos venir aquí y sentirnos tranquilos de no haber dado de nuestro tiempo”, comentó, por su parte, Danielle, una actriz, quien ayudaba a limpiar un salón de clases.
Para esta pareja, el trabajo en “La Goyco”, como conocen a la escuela, duraría unas horas, pero para los miembros del sector, parte del antiguo barrio Machuchal, reclamar un mejor uso para el plantel construido en 1923 ha sido una misión por los pasados tres años. La escuela pasó a manos del Municipio de San Juan en el 2015 y, tan pronto como en diciembre de ese año, se hizo una propuesta para darle múltiples usos de beneficio comunitario a la escuela, que se conserva en relativo buen estado.
En agosto, miembros de la Asociación de Residentes Machuchal Revive se reunieron con el vicealcalde Rafael Jaume, pero llegó María y cambiaron los planes, explicó Taína Moscoso Arabilla, quien es parte de la directiva.
“La propuesta tiene que incluir la parte de conseguir los fondos para poder lograr el proyecto”, contó, al explicar que, en las próximas reuniones, se harán cambios al plan propuesto. Dijo que hay organizaciones listas para aportar dinero una vez se lleguen a unos acuerdos con el gobierno municipal, que ayer no contestó una petición de información.
Por lo pronto, dijo Moscoso Arabilla, la comunidad reclama mayor acceso a la escuela para rea- lizar reuniones, la autorización para celebrar una actividad para inaugurar un mural y continuar con la limpieza, que ayer tuvo su segunda ronda en dos semanas de recogido de escombros y su buena dosis de agua y cepillo.
Según Lydia Platón, conocida como “Puchi”, lo prioritario es mantener el plantel en buen estado. A corto plazo, se piensa el antiguo plantel como pieza clave en la respuesta a cualquier huracán, como pudiera ser habilitar su comedor. Más a largo plazo, la idea es que se convierta en un centro comunitario de este sector que aglutina jóvenes, retirados, comerciantes, líderes comunitarios con experiencia en organizaciones sin fines de lucro, artistas y académicos. Para la actriz Magali Carrasquillo, quien vive en la comunidad, el cielo es el límite para “La Goyco”.
“Se pueden dar clases para la comunidad, tener un comedor social, por el área hay un montón de envejecientes que no tienen ningún cuidado de sus familiares y pueden venir aquí a tomar clases, terapias, jugar dominó. En las tardes… tenemos un pequeño escenario y puede haber un espacio para los emprendedores de la comunidad, aquellos que necesiten un espacio de oficina. Queremos que se quede al servicio de la comunidad”, afirmó.
“Si no va a volver a ser escuela de la comunidad, que sea entonces un espacio para que la comunidad realice actividades y se den servicios que no provee el Estado” AWILDA STERLING COREÓGRAFA Y EDUCADORA