Necesario el manejo de basura
Organización insta a la ciudadanía a desarrollar un plan ante la cercanía de la nueva temporada de huracanes
Ante la cercanía de la temporada de huracanes, que inicia el 1 de junio, la organización Basura Cero Puerto Rico instó a la ciudadanía a desarrollar planes de manejo de residuos sólidos en los hogares, que eviten la generación y acumulación excesiva de desechos.
Jessica Seiglie, directora de la organización, indicó que el primer paso debe ser analizar desde ahora qué cosas pueden convertirse en basura si al hogar entra viento o agua (inundaciones o lluvia) o si los servicios básicos no están disponibles.
“Hay que hacer ese análisis para considerar qué cosas se deben proteger, mover o guardar, y qué cosas no se deben comprar o tener para evitar la generación de basura”, dijo.
“También hay que considerar que no vamos a contar con servicio de recogido o reciclaje por semanas o meses. Hay que buscar opciones para reducir la basura y evitar la acumulación frente a los hogares”, agregó.
Como “estrategias antes del huracán” recomendó, por ejemplo, comprar equipos recargables o solares y filtrar “toda el agua posible” y almacenarla en contendores de cinco galones.
Sobre estos últimos, contó que los utilizó tras el paso del huracán María en septiembre y “fueron un éxito”, porque no tuvo que comprar agua constantemente, evitándose largas filas en los supermercados y la generación de basura plástica.
“Lo bueno es que los supermercados tienen máquinas para rellenar los galones, lo que sale más barato que comprar botellas individuales. Además, se les puede colocar pompas para disponer del
agua en un vaso”, destacó.
“LO NECESARIO”
En cuanto a la comida, Seiglie indicó que, a medida que se acerquen agosto y septiembre, que suelen ser el pico de la temporada de huracanes, la compra de alimentos congelados debe reducirse o eliminarse. “Hay que comprar lo necesario para que no haya que botar en caso de que llegue un huracán y se dé mucha acumulación de alimentos congelados”, reiteró. Propuso, asimismo, establecer un menú para tiempo de huracanes a base de productos no perecederos. Para disponer de los desechos de comida adecuadamente –considerando que no habrá servicio de recogido–, dijo que pueden utilizarse envases con tapa, como pailas de pintura. Sostuvo que este método no solo evita los malos olores, sino también la presencia de vectores –ratas, por ejemplo– cerca del hogar.
“En la cocina también hay que evitar la generación de basura. Pueden establecerse comidas que no requieran vajillas, que se puedan comer con las manos o en una servilleta, como sándwiches, burritos o frutas”, destacó.
“Tampoco use desechables, aunque no haya agua. Asígnele a cada miembro del hogar un plato, vaso y set de cubiertos para que los use constantemente. Tenga agua para el fregadero. Con una servilleta, saque la acumulación de comida y luego haga un enjuague sencillo”, añadió.
Para el manejo del material vegetativo, Seiglie recomendó podar los árboles lo más que se pueda y con suficiente tiempo de antelación. Así, el municipio podrá recoger las ramas y troncos, evitando que se conviertan en proyectiles en caso de huracán.
“Si tiene patio, trate de hacer composta después del huracán o asignar el material a un área verde en la comunidad. Si se le cayeron árboles, contacte a un aserrador para que le ayude a recuperar la madera”, dijo.
Y en cuanto a los escombros, expuso que todos los cuadros y decoraciones en las paredes deben removerse y guardarse, si se entiende que pueden afectarse por el agua o viento. Igualmente, los artículos de valor económico o sentimental deben colocarse en cajas plásticas y guardarse en la parte superior de un clóset. Las mesas y escritorios pueden colocarse patas arriba.
“Vaya a todos los espacios de su hogar y analice qué puede dañarse. Cuando María, otra cosa que guardé en cajas (plásticas) fue la comida. Con el miedo de que entrara agua y viento, eso garantizaba que no se dañara. Además, si tenía que desalojar, las agarraba y salía”, relató.
Seiglie dijo que, antes de botar un artículo, debe verificarse si se puede limpiar, reparar o darle alguna otra utilidad. Si no hay más opción que botarlos, entonces deben clasificarse: desechos de comida, escombros, electrodomésticos y material vegetativo. “Clasificar la basura ayuda a que el recogido sea más fácil, aparte de que no todos los materiales se pueden depositar en un camión de basura regular”, subrayó.