RECOMENDACIONES
Comer de forma plena (“mindful eating”)
La práctica de la alimentación consciente crea conciencia de los pensamientos, emociones, sentimientos y comportamientos y su relación con los alimentos y nuestros propios hábitos al ingerirlos. El mindfulness propicia la observación de los pensamientos y sentimientos ante el comportamiento mecánico e inconsciente. Con la práctica podrían surgir preguntas como: “¿Realmente tengo hambre o estoy satisfecho?”. Observar la mente y el cuerpo resulta en la realización de que realmente ya se está satisfecho y no es necesario seguir comiendo.
Reducir el estrés y la ansiedad
Los trastornos alimentarios muchas veces son el resultado del estrés y la ansiedad. Para muchas personas comer es la manera de lidiar con el estrés que generalmente resulta, cuando es agudo, en depresión o ansiedad. La práctica del mindfulness es la manera más eficaz de trabajar con nuestra respuesta a los factores estresantes externos que hacen que se coma de manera compulsiva.
Estar en paz con los alimentos y con el cuerpo
El mindfulness como técnica terapéutica ayuda a comprender los sentimientos y aceptar el cuerpo en la medida en que aprendemos a aceptarnos a nosotros mismos en el momento presente. Con la práctica aparece la aceptación sin emitir juicio.