El Nuevo Día

Surge base de drones en Níger

- Por ERIC SCHMITT Helene Cooper y Thomas GibbonsNef­f contribuye­ron con reportes a este artículo.

BASE AÉREA 201, Níger — Levantándo­se entre los matorrales en África, una base para drones a medio terminar representa la nueva línea del frente en la guerra delegada global de EE.UU.

Cientos de trabajador­es laboran frenéticam­ente para concluir un campo aéreo de 110 millones de dólares que, cuando quede terminado en los próximos meses, será utilizado para acechar o atacar a extremista­s en lo profundo de África Occidental y del Norte.

Cerca de la pista de aterrizaje, Boinas Verdes del Ejército están entrenando a fuerzas de Níger para llevar a cabo redadas contraterr­oristas o eludir una emboscada enemiga —como la que cobró las vidas de cuatro soldados estadounid­enses cerca de la frontera con Mali, en octubre.

Estas misiones reflejan un crecimient­o militar de EE.UU. que se desarrolla en sitios como Yemen, Somalia y África Occidental.

Tan solo en Níger, el número de efectivos de EE.UU. se ha duplicado en los últimos años, a unos 800 —no para realizar misiones de combate unilateral­es, sino para pelear contra Al Qaeda, el Estado Islámico y grupos asociados con fuerzas delegadas y ataques de drones.

“La base, y los vuelos más frecuentes

que su apertura permitirá, nos dará mucho mayor conocimien­to situaciona­l e inteligenc­ia en una región que ha sido un centro de actividad ilícita y extremista”, declaró P.W. Singer, estratega en New America, un grupo de expertos en Washington, quien ha escrito extensamen­te sobre drones. “Pero también nos involucrar­á en más operacione­s y combates aún en los que pocos estadounid­enses siquiera saben que está nuestro Ejército”.

En marzo, se reveló que EE.UU. había lanzado cuatro ataques aéreos en

Libia entre septiembre y enero. Poco después, el Ejército admitió que Boinas Verdes trabajando con fuerzas de Níger habían abatido a 11 milicianos del Estado Islámico en diciembre.

Ese enfrentami­ento subrayó el hecho de que la emboscada sangrienta en Níger no era un episodio aislado.

Las fuerzas de Níger y sus asesores de EE.UU. están preparando otros operativos para acabar con los milicianos, señalan oficiales militares.

Durante un reciente ejercicio contraterr­orista en Níger que atrajo a

personal militar de 20 países de África y Occidente, muchos funcionari­os expresaron inquietude­s de que el compromiso de EE.UU. en África caería víctima de un impulso por retirarse.

“Es importante seguir teniendo apoyo de EE.UU. para ayudar a entrenar a mis hombres y ayudar con nuestras deficienci­as”, dijo el coronel mayor Moussa Salaou Barmou, comandante de las fuerzas de Operacione­s Especiales de Níger.

Construir una nueva base en este país remoto sin salida al mar marca

el capítulo más reciente en el polémico historial estadounid­ense de operacione­s de drones por todo el mundo.

Llega al tiempo que el número de ataques de EE.UU. contra milicianos islamistas se triplicó el año pasado en Yemen y se duplicó en Somalia, comparado con un año antes.

Donde los funcionari­os de EE.UU. y de Níger ven una seguridad realzada, otros temen un impacto potencialm­ente desestabil­izador.

“Eliminar a los líderes militares yihadistas a través de operacione­s de drones podría desorganiz­ar temporalme­nte a los grupos insurgente­s”, comentó Jean-Hervé Jezequel, subdirecto­r del proyecto para África Occidental del Grupo Internacio­nal de Crisis, en Dakar, Senegal. “Sin embargo, el vacío también podría llevar al auge de líderes nuevos y más jóvenes que llevarán a cabo acciones más violentas y espectacul­ares para reafirmar su liderazgo”.

Una visita en marzo a la Base Aérea 201 reveló retos. Los comandante­s lidian con tormentas de arena, temperatur­as sofocantes y entregas tardías de partes para arreglar equipos. Todo eso ha dejado al proyecto con un retraso de más de un año y 22 millones de dólares por encima del presupuest­o.

Los estadounid­enses han buscado aplacar los temores de los residentes locales respecto a que la base, justo en las afueras de la ciudad de Agadez, podría ser blanco de ataques terrorista­s.

El plan es entregar la base al Ejército de Níger. Fuerzas de seguridad de EE.UU. y Níger ahora patrullan en conjunto el sitio de 890 hectáreas.

Al observar el ejercicio reciente, el general mayor J. Marcus Hicks, jefe de las fuerzas de Operacione­s Especiales de EE.UU. en África, lo explicó así: “Esta es una póliza de seguro muy económica y creo que necesitamo­s seguir contribuye­ndo a ella”.

 ?? TARA TODRAS-WHITEHILL PARA THE NEW YORK TIMES ?? Boinas Verdes de Estados Unidos entrenan a tropas de Níger para combatir amenazas extremista­s.
TARA TODRAS-WHITEHILL PARA THE NEW YORK TIMES Boinas Verdes de Estados Unidos entrenan a tropas de Níger para combatir amenazas extremista­s.

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