Graduaciones y algo más
Roberto Ortiz, oriundo de Caguas, acaba de obtener su diploma del programa graduado de negocios de la prestigiosa Washington University de San Luis. Comenzará a trabajar en una empresa de telecomunicaciones en Dallas. Al igual que Roberto, hay un gran número de estudiantes puertorriqueños que se están graduando y ni siquiera consideran evaluar oportunidades de trabajo en Puerto Rico.
A esto hay que sumarle los estudiantes de escuela superior que van a estudiar a Estados Unidos y los graduados de universidades locales, particularmente los egresados del Recinto de Mayagüez.
La ausencia de estabilidad en nuestra economía unida a la ausencia de una visión clara hacia el futuro nos está afectando cada vez más. Si la juventud más preparada no ve a Puerto Rico como un lugar para invertir su futuro, sus energías y más aún, el de su familia, ¿qué podemos esperar de otros que no cuentan con estas ataduras emocionales?
Tal parece que la urgencia no es parte de nuestro vocablo. Los planes fiscales y de desarrollo económico están como una “bolita de ping-pong”, moviéndose de lado a lado entre el Gobierno y la Junta de Control Fiscal. El tema de la deuda se sigue dilatando. Y mientras tanto, estamos perdiendo el talento de nuestros jóvenes que buscan su futuro en otras partes.
¿Qué está en nuestras manos? Nada menos que el futuro de nuestra islita.