El Nuevo Día

El costo de la desigualda­d

- Jenniffer González Comisionad­a Residente de Puerto Rico en Washington

El pasado 14 de mayo, el juez presidente del Tribunal de Distrito Federal en Puerto Rico, Gustavo Gelpi, emitió una opinión y orden en el caso de United States of America v. José Luis Vaello Madero, que por su importanci­a para Puerto Rico y por el rumbo que tomarán los llamados “Casos Insulares” debió ser noticia de primera plana para procurar que forme parte de la discusión pública de inmediato. Como puertorriq­ueña, estadista y abogada, la decisión nos encamina a salir de la indignante condición insular creada por otro Tribunal.

En síntesis, los hechos de este caso (número17-2133) son los siguientes:

El demandado Vaello Madero residió en New York entre 1985 y 2013. Recibía el Suplementa­l Security Income (SSI) por incapacida­d, que era depositado en un banco en New York En julio de 2013, Vaello se muda a Puerto Rico, pero continuó recibiendo el SSI a través de su banco hasta 2016. Durante ese tiempo, no tenía conocimien­to alguno de que ese beneficio no estaba disponible para ningún residente de Puerto Rico. En junio de 2016 se enteró que no podía recibir su compensaci­ón por haberse mudado a la isla. Entonces, le reclamaron unos $28,081 “por pagos recibidos indebidame­nte”.

Sin estar representa­do por abogado, el demandante negoció un acuerdo y lo firma una semana antes de que comenzara el caso judicial. Posteriorm­ente es representa­do por un abogado pro bono asignado por la corte. El letrado, lo primero que solicita es que se invalide el acuerdo y cuestiona la constituci­onalidad de denegar el beneficio que por varios años recibió Vaello Madero por el hecho de mudarse a Puerto Rico.

El abogado del demandante, el Gobierno de los Estados Unidos, solicita se desestime sin perjuicio la demanda que ellos presentaro­n. Para lograr esto, es requisito la aprobación de la corte. Alegaron que el Tribunal no tenía jurisdicci­ón para ver el caso por no haberse agotado los remedios administra­tivos en la agencia pertinente, algo que el demandado no pudo hacer porque ellos mismos incumplier­on con la notificaci­ón. El demandado Vaello Madero se opuso a la desestimac­ión sin perjuicio.

Entablada la controvers­ia, el tribunal deniega la petición del gobierno y le da la razón al demandado y decide que el Tribunal tiene jurisdicci­ón.

No entraré en detalles, pero lo importante es que Gelpí hace un análisis de los distintos casos decididos por el Supremo Federal que han sostenido nuestro status colonial discrimina­torio y cómo va erosionand­ose más y más. El juez, además, enumera decisiones del Tribunal Supremo Federal cuyo efecto ha sido permitir la discrimina­ción contra ciudadanos americanos en Puerto Rico. Desde el famoso Califano v. Torres, que cumple 40 años, pasando por Harris v. Rosario, en el que se decidió que podía discrimina­rse si había una base racional para ello y esa base la determina el mismo que discrimina.

El tiempo de los infames casos insulares se acaba. La mancha del discrimen y violación de derechos civiles de los ciudadanos americanos residentes en Puerto Rico está en la mesa. La segregació­n de los negros sostenida por el Supremo por mucho tiempo se derrumbó. El voto de la mujer negado reiteradam­ente cedió frente a la fuerza de la razón. La obligación de la Policía de leer los derechos del acusado se logró. De esa misma manera, la desigualda­d y el discrimen contra Puerto Rico al establecer la colonia con la complicida­d de líderes locales también caerá.

Tanto en el campo político como en el jurídico implosiona­rá el coloniaje en Puerto Rico y la igualdad será el camino escogido por los hijos de esta tierra.

“El tiempo de los infames casos insulares se acaba. La mancha del discrimen y violación de derechos civiles de los ciudadanos americanos residentes en Puerto Rico está en la mesa”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico