La resiliencia imposible
Tuve la oportunidad de visitar Puerto Rico por primera vez recientemente. Estuve invitado al evento Experiencia Puerto Rico 2018, un congreso internacional sobre el municipalismo que fue posible gracias a la coordinación del comité organizador encabezado por el señor Mickey Espada, la alcaldesa de Ponce, María Mayita Meléndez Altieri y el alcalde de Guayanilla, Nelson Torres Yordán.
El tema principal del evento era la resiliencia, en particular, la recuperación de la Isla y los aprendizajes después del paso del huracán María.
Para preparar mi presentación, lo primero que hice fue empaparme un poco sobre la situación de la isla. Mi conclusión fue rápida: más allá del huracán María, Puerto Rico necesita recuperarse de una brutal recesión que se ha extendido por más de doce años y una crisis fiscal que ha hecho a la economía del país casi inviable y totalmente dependiente del gobierno federal.
Y he aquí el punto clave: la imposición de un plan fiscal y de estabilización económica cuyas decisiones no se toman en la isla dejan al gobierno de Puerto Rico con muy limitadas opciones para trabajar. Más aún, Puerto Rico no tiene soberanía sobre la política monetaria, lo cual le impide tener un tipo de cambio competitivo y el salario mínimo, también es el Federal, limitando las opciones de mano de obra.
Puerto Rico necesita crecer, necesita levantarse. Y necesita hacerlo urgentemente. Porque solo así podrá disminuir su dependencia de Washington. Pero ¿cómo?, si hoy día las grandes decisiones económicas son impuestas desde la capital federal desconociendo las realidades locales.
Experiencia Puerto Rico 2018 resultó ser un encuentro de gran aprendizaje para la Isla. A lo largo de los dos días de conferencias escuchamos a los alcaldes contar sus experiencias personales y cómo respondieron a la emergencia trabajando con las comunidades.
Y, es aquí donde se debe pensar que, en lugar de ir en busca de “grandes recetas”, “mejores prácticas”, o “vender grandes soluciones”, el gobierno de Puerto Rico y sus alcaldes pueden enfocarse en fortalecer las capacidades del Estado priorizando los problemas locales, tratando de identificar las soluciones de manera interactiva en cada comunidad. Es la metodología que el Center for International Development de Harvard University ha denominado: Problem-Driven Iterative Adaptation (PDIA).
La idea básica de enfocarse en los problemas locales y no en las “grandes soluciones” es lo que se facilita la capacidad del estado para implementar proyectos. En lugar de planes rígidos, la implementación es paso a paso. Se movilizan los talentos locales y se crean conversaciones que pueden ir ampliándose a lo largo de otras comunidades, así como promover tanto el aprendizaje por experiencia como el aprendizaje experimental. Y, finalmente, con la actuación de los actores locales, es posible garantizar la viabilidad política de los programas.
Como apunté en mi conferencia: todos hablan de resiliencia. Resiliencia es levantarse, recuperarse de una pérdida. Pero no hay resiliencia sin un plan. ¿Cuál es el plan? No hay resiliencia sin un plan que involucre a los ciudadanos. He aquí el gran reto.
El autor es economista, oriundo de Venezuela. Labora como profesor Adjunto de George Washington University y es director de Polinomics, aliada de la empresa Link Estratégico.