Philip Roth: genial y controvertible
El novelista estadounidense falleció sin el Nobel al que fue “candidato eterno”
Philip Roth, galardonado novelista e intrépido narrador de historias sobre sexo, muerte, integración y destino, desde la locura cómica de “Portnoy’s Complaint” (1966) hasta el lirismo elegíaco de “American Pastoral” (1997), murió el martes a los 85 años.
El escritor falleció de insuficiencia cardíaca congestiva en un hospital de Nueva York, confirmó su agente literario, Andrew Wylie.
Autor de más de 25 libros, Roth fue un feroz escritor satírico y un realista inflexible, confrontando a sus lectores con un estilo audaz y directo que despreciaba el falso sentimiento o la esperanza de una recompensa celestial. Era un ateo que juró lealtad a la imaginación terrenal, ya fuese ideando funciones pornográficas para el hígado crudo o complaciendo fantasías románticas sobre Anna Frank. En “The Plot Against America”, publicada en 2004, situó a su propia familia bajo el régimen antisemita del presidente Charles Lindbergh, mientras que en “Nemesis”, de 2010, sometió a su Nueva Jersey natal a una epidemia de polio.
Roth fue uno de los grandes escritores que nunca recibió el Premio Nobel de Literatura. Sí obtuvo casi todos los demás galardones literarios, incluyendo el Premio Nacional del Libro y el Premio del Círculo Nacional de Críticos de Libros, ambos en dos ocasiones, así como el Pulitzer en 1998 por “American Pastoral”. Era un veinteañero cuando recibió su primer reconocimiento e impresionó tanto a críticos como a colegas cuando produjo algunos de sus trabajos más aclamados siendo sexagenario o septuagenario, entre ellos “The Human Stain” y “Sabbath’s Theater”, una narración salvaje de lujuria y mortalidad que él consideró su mejor obra.
Se identificaba como un escritor estadounidense, no como uno judío, pero para Roth la experiencia estadounidense y la judía eran a menudo la misma. Mientras sus predecesores como Saul Bellow y Bernard Malamud escribieron sobre la dolorosa adaptación de los judíos a la vida de inmigrante, los personajes de Roth representaban a la siguiente generación. Su lengua materna era el inglés, que hablaban sin acento alguno y no cumplían con los rituales ni asistían a la sinagoga. El sueño americano, o la pesadilla, era convertirse en “un judío sin judíos, sin judaísmo, sin sionismo, sin lo judío”. Su realidad, más bien, era ser considerado un judío entre gentiles y un gentil entre judíos.
Feministas, judíos y una exesposa lo atacaron por escrito, y a veces en persona. En ocasiones, las mujeres de sus libros eran poco más que objetos de deseo y rabia. El moderador de una conferencia lo acusó por sus retratos cómicos de los judíos, preguntándole si habría escrito los mismos libros en la Alemania nazi. El estudioso judío Gershom Scholem dijo que “Portnoy’s Complaint” era el “libro por el que han estado rezando todos los antisemitas”.
Su exesposa, la actriz Claire Bloom, escribió el exitoso libro de memorias “Leaving a Doll’s House”, en el que recordó cuando leyó el manuscrito de la novela “Deception”. Con horror, descubrió que entre sus personajes había una esposa aburrida llamada Claire, casada con un escritor adúltero de nombre Philip. La actriz describió a su exmarido como frío, manipulador e inestable.
“American Pastoral” (1997), “I Married a Comunist” (1998) y “The Human Stain” (2000) constituyen una trilogía acerca de la reciente historia de Estados Unidos. Esta última novela fue llevada al cine por el director Robert Benton e interpretada por Anthony Hopkins y Nicole Kidman.
Roth volvió a remover los cimientos del mundo literario con "The Plot Against America" (2004) a partir de un relato donde describe una versión alternativa de la historia de Estados Unidos.
En ella, el presidente Franklin Roosevelt es derrotado por el aviador Charles Lindbergh, un antisemita declarado que firma un tratado de paz con Adolf Hitler. Roth obtuvo por esta novela los premios Sidewise, de la Sociedad Estadounidense de Historiadores y el británico WH Smith Literary Award.