Cómo se manufactura el cannabis medicinal en Puerto Rico
“Existen diferentes variedades de cannabis Indica, Rudenalis y Sativa que tienen usos diversos”.
En un curso sobre buenas prácticas de manufactura de cannabis una estudiante me preguntó cuál es la diferencia entre un cannabis comprado en la calle y otro de dispensario.
Recordé la primera vez que leí el Reglamento 8766 pensé que los requisitos que se exigen eran muy rigurosos. Luego al trabajar con esta industria me doy cuenta de la importancia de dichos requisitos. He trabajado por más de 25 años como consultora y adiestradora de Buenas prácticas de manufactura para la industria de alimentos, drogas y dispositivos médicos y el Reglamento 8766 de cannabis parece una copia de las reglamentaciones federales aunque todavía no les aplican.
Existen diferentes variedades de cannabis Indica, Rudenalis y Sativa que tienen usos diversos. Las dos más sembradas en Puerto Rico son Indica y Sativa. Indica la utilizamos para dormir, aumentar apetito, para el dolor, quitar nauseas, prevenir stress, bajar la ansiedad y crear relajación. La sativa la utilizamos para tener más energía, estimular la creatividad, enfocar, prevenir la depresión, o como estimulante en general. Los productos de cannabis regulados bajo la Ley 42 y el Reglamento 8766 son de la más alta calidad. Estos antes de salir al mercado para venta se le hacen pruebas de laboratorio que identifican la variedad y la cantidad de cannabinoides tales como THC y CBD que hay en las diferentes variedades que son el activo que hace la acción terapéutica.
Cada ser humano es diferente y es peligroso utilizar una mariguana que no sepa lo que contiene y cuál es su variedad y si ayuda a mi condición médica. Los productos que compramos en la calle no tienen la identificación de que estas usando así que podrías dormirte en lugar de estar alerta.
Tenemos muchas presentaciones en las que se vende el cannabis, esto permite a los pacientes conforme a su situación médica el vaporizar flor o aceites, utilizar aceites debajo de la lengua, tabletas, cápsulas, ungüentos, supositorios y comestibles entre otros. En nuestra reglamentación se exigen pruebas de laboratorio para medir, terpenos, pruebas microbianas, metales pesados, residuos de pesticidas y otros químicos. A los concentrados de cannabis como aceites se le hacen análisis de potencia que es la cantidad del activo, análisis de terpenos, material foráneo y pruebas microbianas. La mariguana tiene más de 400 componentes químicos 90 de ellos son cannabinoides. Los más comunes son CBDA, CBD, THCA, THCV, CBCA, CBC. El reglamento requiere se identifique a través de pruebas de laboratorio la cantidad de estos cannabinoides presentes y se identifican en las etiquetas del producto que compramos en dispensario.
Actualmente existen estudios médicos que muestran éxito en el uso de cannabis en casos de epilepsia, migraña, esclerosis múltiples, fibromialgias, ansiedad, anorexia, dolores crónicos, cáncer, Crohn, artritis, “post traumatic stress disorder” alzhaimer, Parkinson, diabetes, presión arterial, para ayudar contra los efectos secundarios del tratamiento de la quimioterapia y lesiones del cordón espinal. Recomiendo a las personas con estas condiciones médicas se hagan pacientes autorizados y hagan usos de estos medicamentos para sus condiciones.