Alcaldes del PNP y PPD apuestan a una nueva alianza
La agrupación que se teje -entre los alcaldes populares y novoprogresistas- lidiaría con los retos fiscales para hacerse más competentes, eficientes y resistentes
En busca de ser más costo efectivos y lograr objetivos comunes, los alcaldes -tanto populares como penepés- están tejiendo un nuevo organismo que los agrupe a ambos, independientemente de su afiliación política.
La propuesta creación del grupo Municipios Organizados de Puerto Rico (Mopur) está ante los miembros de la Federación de Alcaldes, que reúne a los ejecutivos del Partido Nuevo Progresista (PNP), y de la Asociación de Alcaldes, que aglutina a sus homólogos del Partido Popular Democrático (PPD).
“El terreno está fértil para hacer una sola organización, para que rememos todos hacia el mismo lado, hacia el mismo propósito. Esta nueva organización garantiza que los pueblos pequeños -igual que los grandes- tengamos la misma igualdad”, expresó el alcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado, autor de la propuesta.
Luego que la Asociación de Alcaldes, presidida por Rolando Ortiz, logró reunirse con el presidente de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), José Carrión, y que progresara el diálogo interno entre los ejecutivos municipales hubo mayor consenso sobre la necesidad de agruparse fuera de líneas partidistas.
Posteriormente, la directiva de la Asociación de Alcaldes se reunió con la de la Federación, que también tuvo su audiencia con Carrión.
“Queremos demostrar que queremos ser parte de la solución en la crisis fiscal que vive el país. Creemos que los municipios pueden ser la alternativa a la crisis”, sostuvo Ortiz, alcalde de Cayey.
En síntesis, es un movimiento concreto de los alcaldes en busca de afrontar la crisis sin depender del gobierno central mediante un acercamiento directo con la JSF, y que reconoce la unidad como su mayor fortaleza.
PROBLEMAS COMUNES
El motor o el empuje de esta iniciativa emana mayormente de los recortes que han sufrido los municipios durante los últimos años, al igual que la necesidad imperiosa de recortar gastos y aumentar los ingresos.
En el 2000, los ayuntamientos debieron aportar una tajada de sus ingresos, que hoy es de $168 millones, para la llamada Reforma de Salud. Además, ante la crisis fiscal del gobierno central, cada vez más, han asumido tareas que le correspondían al Estado.
Con el histórico impago de la deuda del gobierno central, el Banco Gubernamental de Fomento, que por años fue su casa bancaria, quedó en la quiebra. Esta situación les quitó liquidez.
Los recaudos del Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM) han bajado no solo por la inestabilidad económica, sino también por la emigración masiva que ha experimentado la isla. La merma más reciente de recaudos, que se vería reflejada este año fiscal, se estimó en $56 millones.
A esto, se sumó el nuevo andamiaje legal que exige a los gobiernos municipales aportar más para el pago de las pensiones. El pago de la totalidad de las pensiones les representa $160 millones a los municipios.
Con el primer plan fiscal del gobierno, llegó una reducción de $350 millones anuales en el llamado subsidio del Estado.
Ahora, en el nuevo plan fiscal certificado tras el huracán María, que representó otro golpe para cada pueblo, los municipios recibirían la misma reducción, pero prorrateada.
Bajo ese escenario, los alcaldes ven la necesidad urgente de unirse en pos de beneficios comunes.
Sin embargo, hay una nueva regla: cero espacio para la política.
“Lo que yo he visto, por años, es que siempre la política partidista se ha metido en las organizaciones. Cuando gana un gobernante del Partido Popular, lo critican los del Partido Nuevo Progresista, y viceversa. Con esta sola organización, quitamos la política partidista. Todos vamos con el enfoque de trabajar con los problemas de cada municipio, y cuando venga la política partidista, pues cada grupo se reúne en caucus individualmente”, apuntó Delgado.
“Es sumamente importante para la situación histórica que está viviendo el país, que tenemos una crisis fiscal en el país y en los municipios”, añadió el proponente del Mopur, una idea que no descarta sea acogida, incluso, por la JSF.
Delgado delineó una propuesta con detalles de los parámetros que deben regir al nuevo organismo. Su plan deberá ser discutido, tanto en el seno de la Asociación como de la Federación de Alcaldes, para poder enmendar el documento.
EBULLICIÓN DE IDEAS
De hecho, Ortiz dijo que ambas organizaciones crearon un comité de propuestas que, durante las próximas semanas, debe producir un documento con diversas alternativas para los municipios.
“Hemos hecho varias reuniones en conjunto -asociados y federadosporque los 78 municipios tienen los mismos problemas y las mismas situaciones. Vamos a tener muchas reuniones buscando cómo podemos resolver las situaciones que tienen los ciudadanos”, sostuvo el presidente de la Federación de Alcaldes, Carlos Molina.
Por su parte, el alcalde de San Sebastián, Javier Jiménez, destacó que lo que hoy hacen los alcaldes boricuas es el curso que han tomado líderes municipales en Latinoamérica y Estados Unidos. “Allá, existe el United States Conference of Mayors”, sostuvo.
ROLANDO ORTIZ PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE ALCALDES “Van a estar a favor y en contra (de la propuesta), pero entiendo que alguien lo tiene que hacer” FÉLIX "EL CANO" DELGADO ALCALDE DE CATAÑO “Unir oficinas de compras, de permisos, de obras públicas, asumir cosas que hace el Estado... son cosas que se pueden hacer” CARLOS MOLINA PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN DE ALCALDES “Lo que hay que tener bien claro es que el mundo cambió. No va a ser igual, incluso Puerto Rico, y tenemos que tener nuevos paradigmas para enfrentar la crisis”
Precisó que esta iniciativa no solo permitirá tener mayor poder como una sola voz, sino cambiar la administración municipal para enfrentar los nuevos retos.
“Cómo lidiamos con la privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y cómo también nosotros, como municipios, vamos evolucionado con medidas para transformar los municipios. Más autonomía para tener más control de las fuerzas de ingresos, quitar el exceso de burocracia, eliminar oficinas y enlaces que encarecen el gobierno municipal. Todas esas cosas tienen que evolucionar”, afirmó el alcalde pepiniano.
De entrada, Delgado propuso que el Mopur no reciba fondos públicos, sino donativos privados. Cuestionado sobre cuál sería el mecanismo de fiscalización, el alcalde de Cataño reconoció que necesita pulirse.
Indicó, además, que la organización tendría una junta directiva, que se reuniría una vez al mes.
Delgado propuso nueve pilares para agrupar a los alcaldes. Estos son: desarrollo económico, un nuevo modelo para que los municipios puedan hacer acuerdos y bajar los costos, atender de manera directa la educación -sobre todo ante los cierres de escuelas-, unidad para tener más fuerza al momento de acceder a fondos federales, buscar opciones para desperdicios sólidos, insertarse en la energía renovable con la venta de la AEE, seguridad pública, infraestructura y salud.
HISTORIAL DE ALIANZAS
El denominador común para resolver o lidiar con esos temas es la unidad. De inmediato, las alianzas entre municipios permitirían lograr ahorros y eficiencias, coincidieron los alcaldes. Los ejemplos, al presente, ya existen. Ortiz dijo que los municipios de Coamo, Cayey, Salinas y Villalba tienen un acuerdo para manejar en conjunto el área de planificación y permisos. “Esa alianza ha producido ganancias, reducido gastos y agilizado los permisos. Ahora, tras un año, vamos a hacer lo mismo con recursos humanos, el CRIM y finanzas”, explicó.
También hay otro junte de desarrollo económico entre Caguas, Cidra, Juncos, San Lorenzo y Cayey. Una alianza educativa -entre Luquillo, Villalba, Coamo y Cayeyofrece tutorías luego de clases en las escuelas públicas con el financiamiento de fondos federales y la colaboración de la Universidad de Puerto Rico.
“Hemos visto un mejoramiento en los estudiantes dramático, y al ser costo efectivos, los fondos de esta alianza se usan directamente para los estudiantes. Si fuera una empresa privada, estaríamos hablando de ingresos para un empresario. En este caso, el dinero regresa a los estudiantes porque los municipios no tienen ánimo de lucro”, aseveró el alcalde.
Otro caso de alianzas es el de Barranquitas, Aibonito y Comerío. Los tres pueblos manejan una oficina para expedir permisos.
“Esto requiere voluntad, romper con las barreras políticas. Es que estamos en otros tiempos”, explicó el alcalde de Comerío, Josean Santiago.
Precisó que el costo estimado anual de una oficina de esta naturaleza en un solo municipio sería poco más de $225,000. Eso cuesta la oficina que administran los tres municipios. “Ya ahí tienes una economía, en la unidad de propósito. Además, es más accesible para beneficio de las comunidades”, sostuvo el alcalde, quien también defendió este modelo porque evita la corrupción al haber fiscalización directa entre cada uno de los alcaldes involucrados.
Este modelo, reconocieron Santiago y Delgado, puede ser emulado para otros renglones como el manejo de desperdicios sólidos, compra de seguros, finanzas, recursos humanos y hasta energía renovable.
“Hay que entender que el escenario fiscal del país cambió para no volver a ser igual, pero también significa una gran oportunidad”, apuntó Ortiz.