Asociación de Industriales retoma su rol como imán de inversión en la isla
Líder del Cuerpo de Ingenieros advierte sobre la fragilidad del sistema, y señala que la crisis fiscal de la isla empeora la situación
Transcurridos ocho meses del azote del huracán María, cuatro líneas principales de transmisión del sistema energético del país permanecen sin reparar en su totalidad, y los abonados que se sirven de esa infraestructura fueron conectados a líneas de subtransmisión.
Esa situación, que se suma a que aún hay miles de familias sin luz, hace de la red eléctrica una sumamente vulnerable a cualquier sistema atmosférico, advirtió José Sánchez, exdirector de operaciones de contingencia y seguridad nacional del Cuerpo de Ingenieros.
Sánchez tuvo a su cargo la operación de restauración de la red energética desde el pasado 29 de septiembre hasta el 3 de enero.
Desde Washington D.C., Sánchez se mantiene pendiente y al día de las obras de recuperación del sistema energético. “Yo no me imaginaba que todavía esas líneas de transmisión principal no hubiesen sido reparadas”, apuntó el ingeniero.
De inmediato, pasó a explicar el problema, y comparó la red eléctrica con un cuerpo humano, siendo las líneas de transmisión, las arterias. “El problema de Puerto Rico es que, ahora mismo, hay unas arterias principales, si se compara con el cuerpo de una persona, que todavía están bajo reparación. Esas líneas de transmisión, al no tenerlas todavía reparadas, es lo que provoca el problema que tiene ahora mismo: inestabilidad”, explicó.
Precisó que la línea de transmisión 36,300 -de Jobos a Maunaboestá reparada en un 35%. La 39,000 -de Barranquitas a Comeríoestá restaurada en un 31%. La línea 51,000, que va de la central Aguirre a Aguas Buenas, se encuentra en un 61% de reparación. Y la 40,300, que discurre entre Santa Isabel y la central de Aguirre, ha sido reparada en un 72%.
“Esos sectores (a los que corresponden estas líneas de transmisión) están siendo energizados por líneas de subtransmisión. Es como decir un bypass. Han podido llevar electricidad a estos sectores utilizando líneas de menor voltaje que, como quiera, pueden conectarse a las subestaciones y mandar electricidad a los hogares”, explicó.
“El reto es que, si el sistema estaba frágil antes del huracán, el sistema está más frágil todavía ahora en ciertos sectores. Un sistema normal, que esté operando a capacidad, donde todos los sistemas estén conectados, no tendría ese problema. El problema de Puerto Rico es que el sistema está frágil”, advirtió, no sin antes indicar que el trabajo en la isla ha sido el más complicado, extenso y costoso. En la reparación de la red energética, ya se han invertido más de $2,000 millones.
Sánchez señaló que, al comenzar a reparar el sistema energético tras el huracán María, la idea era conectar a los abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y paralelamente reparar los daños para regresarlo al estado previo al ciclón.
Pero la devastación del huracán, la merma en empleados de la AEE -porque previo al huracán muchos se jubilaron o renunciaron- y la crisis fiscal se convirtieron en una bomba que aniquiló esa idea. El objetivo, entonces, de la AEE junto al Cuerpo de Ingenieros fue trabajar áreas que pudiesen redundar en conectar a la mayor cantidad de clientes. “Así se han programado los trabajos”, dijo.
EL AGRAVANTE DE LA CRISIS
No vaciló en indicar que, dado que la crisis fiscal de la isla continúa y se espera que no desaparezca de inmediato, mientras la temporada de huracanes siga su curso, repercutirá sobre cualquier fenómeno atmosférico que llegue a Puerto Rico. Ya la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica ha pronosticado que, entre uno y cuatro huracanes, serán de “gran magnitud” durante esta temporada de huracanes.
“Es cierto que la culpa principal la tiene el problema fiscal que tiene la isla porque, al tener una limitación fiscal, pues tengo más empleados, menos materiales. Ese es el problema serio de Puerto Rico. Si ocurre otro evento natural -no tiene que ser María, sino parecidova a haber destrucción porque siempre la hay y va haber destrucción del sistema eléctrico”, aseveró.
Agregó que, aunque ahora la AEE ha logrado hacerse de materiales, todavía la isla está en el periodo de recuperación con la nueva temporada de huracanes encima.
“Como quiera, hay falta de personal y de dinero para comprar cosas adicionales y traer gente adicional. O sea, va a haber una dependencia del gobierno federal de nuevo, que no es la forma más eficiente para una restauración. No hay duda. La ayuda federal ha sido vital para el gobierno de Puerto Rico, pero también hay que entender que la ayuda federal no es la más eficiente, hay unos elementos burocráticos”, apuntó Sánchez.
“El sistema está frágil. Está sensitivo, y eventos naturales de menor fuerza que María podrían dejar a Puerto Rico sin luz” JOSÉ SÁNCHEZ CUERPO DE INGENIEROS