SI QUIERES SER UN BUEN LÍDER, APRENDE DE MAMÁ
Aunque pasen desapercibidos sus dotes de liderazgo, la realidad es que son muchos y efectivos; toma nota y ponlos en práctica
El liderato se expresa de diferentes maneras y en distintos ambientes. Así las cosas, aquella madre que es líder en su hogar puede transferir sus habilidades al lugar de trabajo para lograr un mejor desempeño.
“A veces no lo vemos porque son cosas que hacemos en automático o no lo valoramos”, explica Lucy Ruiz, psicóloga industrial.
Sostuvo que hoy más que nunca, debido a la reducción de las oportunidades de empleo y la competitividad, es útil sacar ventaja de las fortalezas de la personalidad. También vale la pena recordar que todo el mundo puede ser un líder. Y puede demostrarlo ofreciendo ideas, haciéndose cargo de situaciones o tomando la iniciativa para atender aspectos que mejoren el ambiente laboral.
A continuación, la doctora menciona algunas de las capacidades que pueden poseer las mujeres en su rol de madres y que muy bien pueden ser de mucho provecho en el escenario laboral:
Delega Un líder no puede hacerlo todo. Tanto en la casa como en el hogar debe dejarse ayudar asignando responsabilidades a otros. En la casa, se delegan tareas y responsabilidades de acuerdo con la etapa de desarrollo de los niños y del diálogo con otros miembros del núcleo familiar. Asimismo, en la empresa o la oficina, un líder asigna tareas para evitar drenarse y permitir a otros crecer profesionalmente.
Maneja conflictos El hogar es un espacio donde las discrepancias van a ocurrir y la madre puede ser una figura clave para manejarlas. Esa misma destreza como mediadora es útil en el lugar de trabajo cuando hay que facilitar que otros lleguen a acuerdos.
Reconoce a los demás Una madre felicita a sus hijos por sus logros y reconoce el esfuerzo que hacen para cumplir las metas en el hogar, la escuela o las actividades extracurriculares que realizan. En el lugar de trabajo, esa atención a las conductas deseables es muy importante porque, de acuerdo con la doctora, “valida las buenas cualidades del otro, lo valora y le hace estar alegre y positivo”. El reconocimiento es una necesidad intrínseca de los seres humanos, apunta Ruiz.
Educa Un líder enseña. Sabe reconocer que el conocimiento es para compartirlo. Igual que una mamá procura enseñar a sus hijos todo lo que sabe para que logren independencia, un buen líder es generoso con ofrecer a otros herramientas para que puedan hacer mejor su trabajo.
Maneja las emociones Las madres son un modelo para sus hijos. Y en el trabajo, el líder es un modelo ante sus empleados. “El control de las emociones es sumamente importante para mantener la seguridad y el ambiente agradable. Una mamá que grita mucho va a afectar la relación con su hijo, lo mismo pasa en el ambiente de trabajo”, detalla la psicóloga al aclarar que ninguna emoción es mala, pero hay que saber canalizarla adecuadamente.
Organiza Mantener el orden es vital para la eficiencia. En la casa, las madres pueden encargarse de la planificación de actividades de la familia y los hijos, además de organizar diferentes aspectos del mantenimiento del hogar. Estas son destrezas gerenciales que en el ambiente de trabajo se utilizan para manejar la carga de trabajo y cumplir con las responsabilidades de acuerdo con las prioridades.