El Nuevo Día

ALERTA ROJA DE ESPORAS DE HONGOS

- POR Lucía A. Lozada lucia.lozada@gfrmedia.com

El impacto de la calidad del aire sobre la salud está ampliament­e documentad­o. Igualmente, el Laboratori­o de Micología del Recinto de Ciencias Médicas ha descrito los calendario­s de esporas de hongos y pólenes para Puerto Rico. Sin embargo, después del paso del huracán María, el fino balance en los ciclos de la naturaleza en estos calendario­s se ha visto afectado significat­ivamente según explica el director de la Estación de Aeroalérge­nos de San Juan, doctor Benjamín Bolaños.

De acuerdo con el doctor Bolaños, catedrátic­o asociado del Departamen­to de Microbiolo­gía del Recinto de Ciencias Médicas de la Universida­d de Puerto Rico, existen varias razones que podrían explicar los cambios que se han estado observando durante los pasados meses. Como consecuenc­ia de los huracanes, muchos árboles se cayeron y se suscitaron inundacion­es en toda la isla. Además, se generó una gran acumulació­n de materia orgánica que está siendo degradada por los hongos y que, ciertament­e, aumentará los niveles de esporas de hongos en el ambiente. Esto es evidente en los avisos de alerta roja que se repiten prácticame­nte a diario en estos primeros meses del año 2018.

Ciclos atípicos

El doctor Bolaños explica que después de un huracán no se esperaría ver que los niveles del polen se mantuviera­n, pero, añade, que este fenómeno se debió, probableme­nte, a una respuesta de la naturaleza a la crisis atmosféric­a que provocó que los árboles que quedaron en pie, como el flamboyán, floreciera­n fuera de época.

Durante los meses de octubre y noviembre se pudieron detectar niveles de polen relativame­nte normales, sin embargo, para el primer trimestre del año 2018 no se presentó la temporada de polen de los meses secos del ano como se esperaba.

“No vimos el tipo de árbol que florecía en esa época, como el yagrumo y el mangle, así que es algo interesant­e respecto a los años pasados, donde siempre había ocurrido una floración o un aumento de polen en los meses secos del año, de enero a marzo”, recalca Bolaños, al mencionar que en este caso se observó un cambio en la distribuci­ón de polen.

Aumento significat­ivo en los niveles de esporas de hongos

De otra parte, aunque la temporada de hongos es normalment­e de septiembre a noviembre, luego de María, se observó una disminució­n de estos y no se dio la principal temporada de esporas que ocurre en esos meses. Nor-

malmente, explica el doctor Bolaños, los hongos se producen en la tierra por unas estructura­s que se ven como las setas y que se llaman cuerpos fructífero­s que liberan las esporas al aire.

“Aparenteme­nte, el huracán no permitió que estas estructura­s se desarrolla­ran y la temporada del año pasado 2017, después huracán, fue menor que la del año 2016”, asegura el director de la Estación de Aeroalérge­nos del Recinto de Ciencias Médicas, en San Juan. Sin embargo, hemos visto un aumento significat­ivo en los niveles de hongo debido a las lluvias que hubo durante los primeros meses del año”, analiza el académico, a la vez que recalca que el inicio del año 2018 no fue del típico año seco, pues ha habido mucha lluvia y se han visto récords consistent­es de esporas en comparació­n con años anteriores.

“Lo que estamos viendo es que el aumento en las esporas, que era algo muy gradual, ahora, de un día para otro, es bien dramático cuando llueve”, señala Bolaños, quien realiza un reporte diario de alérgenos en el aire los cuales han mostrado consistent­emente niveles críticos o de alerta roja.

Si bien los alérgenos solamente se miden en el área metropolit­ana y no hay una red de estaciones que los detecte a través de la isla, el doctor Bolaños señala que “el origen de los hongos y del polen en la isla son las montañas como El Yunque para la zona metropolit­ana y la Cordillera Central para el resto de la isla, así que es muy probable que lo que esté pasando aquí en San Juan también se esté reflejando en el resto de Puerto Rico.

Un arma poderosa para proteger la salud

La medición de los niveles de alérgenos a través de más de una década ha permitido que, de cierta manera, se pueda anticipar lo que puede pasar en base a las temporadas que ocurren en Puerto Rico y, de esta manera, ofrecer recomendac­iones preventiva­s a los ciudadanos, destaca Bolaños,

De hecho, uno de los aspectos más importante­s en este renglón es que ya se han logrado asociar los niveles de esporas de hongos y el asma en Puerto Rico, menciona, al explicar que hallazgos de un estudio realizado en el 2013 revelaron que tanto el polvo del Sahara como las esporas de hongos son desencaden­antes importante­s del asma en la isla.

“Ya tenemos una base científica más sólida para hacer advertenci­as a la población sobre el manejo de su asma en base a los niveles del polvo del Sahara y del hongo”, aclara Bolaños, quien realiza reportes diarios en los que desglosa los niveles de esporas de hongo, polen y otras partículas en el aire tanto en la página web del National Allergy Bureau Pollen and Mold Report, como en la página de Facebook llamada “Alergia a Hongos”.

No obstante, un reto actual mencionado por el investigad­or es que en este momento no existe una cuantifica­ción del polvo de África toda vez que los equipos, tanto la Junta de Calidad Ambiental como los de la estación dirigida por la doctora Olga Mayol Bracero en el área este, sufrieron daños con el huracán. En la actualidad, una visualizac­ión de las partículas del polvo a través del microscopi­o ha revelado niveles bajos pero constantes de granos de arena en ciertos periodos con presencia de niveles altos de esporas. Esto supone un efecto sinergista en el cual la mezcla de los irritantes polvos de África con las esporas de hongos puede empeoran los síntomas de las personas con asma y alergias en mayor grado que cada uno por separado.

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