Israel se acerca a los evangélicos.
Una noche tras la inauguración de la nueva Embajada de Estados Unidos en Jerusalén el 14 de mayo, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, convocó a evangélicos estadounidenses para que planearan sus próximos pasos.
Netanyahu agradeció a los pastores y activistas por instar al presidente Donald J. Trump a abrir la Embajada, rompiendo con décadas de políticas estadounidenses que dictaban que el estatus de Jerusalén debería decidirse en pláticas de paz.
¿Cuál embajada seguiría?, quería saber Netanyahu, al revisar una lista de países con iglesias evangélicas fuertes. Guatemala, Paraguay y Honduras ya habían seguido a EE.UU. al anunciar su intención de mudar sus embajadas a Jerusalén, pero ¿qué pasaría con Brasil, India o hasta China?
“El primer ministro estaba muy entusiasmado”, recordó Mario Bramnick, pastor cubano-americano de una iglesia pentecostal cerca de Miami.
La apertura de la Embajada en Jerusalén, culminación de décadas de cabildeo, fue el reconocimiento más público hasta la fecha de la creciente importancia que da el gobierno de Netanyahu a sus aliados cristianos conservadores, aun cuando algunos han sido acusados de hacer declaraciones antisemitas.
Aunque Israel ha dependido por mucho tiempo del apoyo de la diáspora judía, el gobierno de Netanyahu ha hecho un viraje histórico y estratégico, al depender de la base mucho más grande de cristianos evangélicos, aun con el riesgo de disgustar a los judíos estadounidenses a quienes les podría molestar la denigración de su fe por parte de los evangélicos.
La paradoja es muy conocida: las creencias de muchos cristianos de que Israel es especial para Dios llevan a muchos a expresar un apoyo recio al Estado judío aunque insisten en que la salvación espera solo a quienes aceptan a Jesús como su salvador.
Pero los israelíes liberales advierten que los nexos cada vez más estrechos entre la derecha israelí y la derecha cristiana aceleran una polarización que convierte el apoyo a Israel en una cuestión partidaria en Washington; ni un solo legislador demócrata asistió a la inauguración de la Embajada.
Los judíos liberales también han notado que el gobierno de derecha de Netanyahu es mucho más vigilante en torno a los alegatos de intolerancia en la izquierda política que entre sus partidarios conservadores. “Hay muchísimos más electores evangélicos que judíos”, expresó el rabino David Sandmel, director de Asuntos Interreligiosos de la Liga Antidifamación. “Así que el Gobierno israelí podría decir que ‘en aras de ese apoyo no vamos a hacer tanto hincapié en esta o aquella declaración que podría parecernos problemática’”.
El debate estuvo patente cuando Robert Jeffress, partidario de Trump y pastor de una megaiglesia bautista del sur de Dallas que ha dicho que “no puedes ser salvado siendo judío”, realizó una oración en la inauguración.
En su oración, aludió a las profecías bíblicas sobre una Segunda Venida de Cristo, al referirse a la fundación del Estado moderno de Israel hace 70 años como una “reunificación” del pueblo de Dios. Luego terminó su oración “en el nombre y el espíritu del Príncipe de Paz, Jesús nuestro Señor”.
El reverendo John C. Hagee, un televangelista que dio la bendición final, ha dicho que el Holocausto sucedió porque la “primera prioridad de Dios para el pueblo judío es hacer que regrese a la tierra de Israel”, un preludio de la Segunda Venida.
David M. Friedman, el embajador estadounidense en Israel que presidió la inauguración, afirmó que los cristianos evangélicos “apoyan a Israel con mucho más fervor y devoción que muchos en la comunidad judía”.
Muchos israelíes, sobre todo de derecha, minimizan las creencias de sus aliados cristianos por ser un asunto teórico. Cuando llegue el Mesías, dice un viejo chiste, le preguntaremos si es su primera o segunda visita.
Friedman dijo que había invitado a Jeffress y Hagee porque “son dos de los líderes más seguidos de la comunidad evangélica, y quería honrar a la comunidad por ser tan constructiva en ayudar a agilizar esto”.
Netanyahu invitó a más de 100 personas de alto perfil al Ministerio de Asuntos Exteriores en vísperas de la inauguración de la Embajada y agradeció públicamente a Hagee por su apoyo de mucho tiempo a Israel.
Elie Pieprz, judío ortodoxo que representa a una organización de asentamientos judíos en Cisjordania, indicó, “si hay una persona que ha ayudado a Israel y los judíos del mundo a recaudar dinero y crear apoyo político, esa es el pastor Hagee”.