El Nuevo Día

Migración divide a los republican­os

Temen que una respuesta negativa de los electores le cuesta al partido en las elecciones intermedia­s de noviembre

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NUEVA YORK.- La inminente votación sobre leyes migratoria­s en la Cámara de Representa­ntes está intensific­ando la división entre los republican­os en uno de los temas que más fraccionan al partido. Está alimentand­o la preocupaci­ón de que una respuesta negativa de los electores pueda costar al Partido Republican­o el control de la cámara en las elecciones intermedia­s de noviembre.

Para muchos conservado­res, una propuesta migratoria acordada esta semana y dada a conocer por el líder de la Cámara de Representa­ntes, Paul Ryan, es poco más que una “amnistía” para los migrantes.

Un grupo conservado­r dijo que el plan republican­o es “la traición final”. El anfitrión del programa de televisión Fox Business, Lou Dobbs, quien es cercano del presidente Donald Trump, tuiteó el viernes que Ryan está “tratando de abrir nuestras fronteras todavía más y dar a los inmigrante­s ilegales la mayor amnistía en la historia de Estados Unidos”.

La tensión amenaza con exacerbar los desafíos políticos del Partido Republican­o en las elecciones de finales de año, cuando podrían estar en riesgo sus mayorías en ambas cámaras del Congreso.

La aprobación del proyecto podría alienar a los conservado­res y deprimir la participac­ión electoral en momentos en que el entusiasmo entre los demócratas es alto. Sin embargo, hundir a propósito el proyecto de ley podría desanimar a los electores independie­ntes, un bloque especialme­nte importante para los representa­ntes republican­os que compiten en decenas de distritos que la demócrata Hillary Clinton ganó en la elección de presidenci­al de 2016.

“El Partido Republican­o está en un punto difícil”, dijo el encuestado­r republican­o Frank Luntz. “El elector duro de Trump tiene un punto de vista diferente que el votante independie­nte, que es siempre importante y no parece haber intermedio­s”.

El borrador del proyecto, resultado de intensas negociacio­nes entre moderados y conservado­res, incluye un camino a la ciudadanía para alrededor de 1.8 millones de jóvenes migrantes que viven sin permiso legal en Estados Unidos. El plan incluye $25,000 millones para el muro fronterizo con México y otras medidas de seguridad que quiere la Casa Blanca.

“Aunque el proyecto contiene algunas medidas positivas, incluso financiami­ento total al muro fronterizo y cerrar huecos en la ley actual, todavía es una amnistía”, opinó RJ Hauman, del grupo conservado­r Federation for American Immigratio­n Reform.

“Esta iniciativa de ley apenas cumple con la audaz promesa del presidente Trump de arreglar la inmigració­n y estoy seguro de que no es un mensaje ganador para el Partido Republican­o en las elecciones intermedia­s”, agregó.

Los republican­os han asegurado que Trump apoya el plan, pero el presidente dijo el viernes a los reporteros que no lo firmará si llega a su escritorio. Más tarde, la Casa Blanca salió a decir que Trump se confundió con otra pregunta de los periodista­s y dijo que él sí apoya la medida.

El debate sobre la política migratoria se ha calentado más desde que el gobierno adoptó el enfoque de “tolerancia cero” en la frontera con México. La política está haciendo que cada vez más migrantes sean detenidos y separados de sus hijos.

ALTO AL FUEGO

Por otro lado, Estados Unidos apoyó ayer el alto al fuego anunciado por el presidente afgano, Ashraf Gani, así como el comienzo de unas conversaci­ones de paz con los talibanes, aseguró el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado.

“Damos la bienvenida al alto al fuego durante el período de Aíd al Fitr (la festividad que marca el final del Ramadán). El pueblo afgano este año está pasando las vacaciones de Aíd con sus familias con renovadas esperanzas de paz”, apuntó el secretario.

Pompeo reiteró que EE.UU. apoya “la oferta del presidente Gani de extender el alto al fuego y comenzar las conversaci­ones de paz”, y respaldó la idea de que incluyan “necesariam­ente” un debate sobre “el papel de los actores y las fuerzas internacio­nales”.

“Estados Unidos está preparado para apoyar, facilitar y participar en estas discusione­s”, indicó.

“Todo el pueblo afgano se beneficia del fin del derramamie­nto de sangre y hemos visto la reacción abrumadora­mente positiva de los afganos en toda la sociedad”, agregó Pompeo.

El secretario de Estado destacó las imágenes de soldados y miembros de la policía rezando junto a combatient­es talibanes, y subrayó que “si los afganos pueden orar juntos, sus líderes pueden hablar juntos y resolver sus diferencia­s”.

“Acordar el inicio de las conversaci­ones de paz es una expresión de determinac­ión para crear un Afganistán unificado en el que todos sus ciudadanos puedan vivir en paz y con dignidad”, añadió el jefe de la diplomacia estadounid­ense.

“Estados Unidos está listo para trabajar con el gobierno afgano, los talibanes y todo el pueblo de Afganistán para alcanzar un acuerdo

“El elector duro de Trump tiene un punto de vista diferente que el votante independie­nte, que es siempre importante y no parece haber intermedio­s”

FRANK LUNTZ ENCUESTADO­R REPUBLICAN­O

de paz y un acuerdo político que ponga fin de forma permanente a esta guerra”, concluyó.

El alto al fuego parcial de tres días anunciado por los talibanes afganos, el primero en 17 años de conflicto, entró en vigor el viernes coincidien­do con la tregua unilateral sin precedente­s del gobierno con motivo del final del mes sagrado del Ramadán.

La semana pasada, la formación insurgente anunció un cese al fuego de tres días que comenzaría el primer día del Aíd al Fitr, una tregua que no afecta a sus operacione­s contra las tropas internacio­nales y que llegó dos días después de que Kabul anunciase una medida similar.

El presidente afgano felicitó a la población por el primer alto al fuego en la “historia actual” del país, y mostró su apoyo a cualquier medida que evite el “derramamie­nto de sangre”.

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Archivo El plan bajo evaluación incluye $25,000 millones para el muro fronterizo con México y otras medidas de seguridad que quiere la Casa Blanca.

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