“Los caminos del gol son infinitos”

La cita que da título a esta columna la ofreció el director técnico de Uruguay, Óscar Washington Tabárez, recién concluido el primer duelo de la celeste en el Mundial de Fútbol Rusia 2018 el pasado viernes. A su equipo se le había atragantado el juego ante la selección de Egipto y llegaban a los minutos finales con el marcador 0-0.

Pero, las dos estrellas en el pecho de Uruguay no se las regaló nadie. Lo que les pueda faltar en buen juego, esta selección lo compensa en corazón, entrega y resilencia (palabra tan de moda).

Y al minuto 89 llegó el gol. Pero el camino por el que llegó no tenía nada de misterioso. Jugada a balón parado, el sello de la casa, tras falta. El tiro libre lo cobró Carlos Sánchez, quien puso el centro que encontró la cabeza de José María Giménez. La bola al fondo de la red y fin del partido. Uruguay celebraba tras sufrir buena parte de los 90 minutos ante un Egipto que, sin su mejor jugador Mohamed Salah, mostró una buena cara.

Pero es lo que tiene Uruguay. No necesita mucho para romperte el corazón y sumar puntos.

Esta selección tiene carencias en el centro del campo, sin duda. Pero presenta una más que confiable defensa, anclada en los centrales Diego Godín y Giménez, y una insuperable delantera, con Edinson Cavani y Luis Suárez como pistoleros. Antes del torneo, rellené mi “bracket” y no me atreví a dar por eliminada a Uruguay hasta llegar a la final de Rusia 2018.

Todo esto viene a cuento, pues parafraseando al “Maestro” Tabárez, más que los goles, lo que me parece infinito son los caminos al triunfo de la selección de Uruguay. Por ello les veo con todo para llegar lejos. No pierdan de vista a la Garra Charrúa.