China y aquellos días maravillosos
Los días en China fueron maravillosos. Por todo lo que representaron los Juegos Olímpicos (de 2008), pero también por todo lo que significó para mí haberme sumado a esa competencia.
Muchos me habían contado de la atmósfera especial que se respira en los Juegos, y no me la quería perder.
Fue fantástico: por el grupo, por la medalla dorada y por todo lo que atravesé antes de llegar a Pekín.
Yo no me olvido lo que se dijo en su momento, y fue desagradable. Sentía muchas ganas de estar con la selección, y a la vez no quería crear problemas en mi club. Por suerte Pep (Guardiola) se dio cuenta de lo que me pasaba, fue comprensivo y me permitió estar en los Juegos. Porque siempre voy a estar donde la selección me necesite, en el lugar que sea y por la competencia que sea.
Pasamos muchos momentos buenos en la cancha y la sociedad con Riquelme, como con otros jugadores, funcionó.
Compartimos varios momentos con Román, como la Copa América del año anterior en Venezuela, pero siempre que se gana todo es mejor. Lo sé. Cumplimos, y especialmente cumplimos con nosotros mismos.
NOTA DEL EDITOR: Tercera de seis columnas de Lionel Messi para el diario argentino La Nación y publicadas en exclusiva en Puerto Rico por El Nuevo Día.