Perú jugó bonito pero sucumbió
SARANSK, Rusia (AP). - La alegría de Perú por volver a una Copa del Mundo se diluyó cuando Christian Cueva despidió hacia las nubes un penal, una actuación monumental del arquero rival y un fulminante contragolpe.
Pese a un encomiable funcionamiento colectivo, la Blanquirroja sucumbió ayer 1-0 ante una Dinamarca que inclinó el partido a su favor gracias al gol de Yussuf Poulsen, más una media docena de atajadas salvadoras del portero Kasper Schmeichel.
Ausentes de los mundiales de fútbol desde 1982, Perú recibió un abrumador apoyo en la Arena Mordovia de Saransk, repleta de compatriotas. Todos ellos se entusiasmaron cuando Cueva dispuso de la oportunidad de anotar desde los 12 pasos en los descuentos del primer tiempo.
La pena máxima fue decretada luego que el árbitro se dirigió a un costado de la cancha para consultar con la tecnología del videoarbitraje. Al cobrar la falta, Cueva hizo una serie de brincos al aproximarse al balón antes de elevarlo por encima del travesaño. Minutos después, caminó hacia el vestuario con rostro compungido, con sus compañeros tratando de consolarle. “Normalmente pego siempre a este lado”, dijo Cueva. “Iba a pegar a ese mismo lado. Pero quise probar al otro lado. Quizás le pegué muy abajo”.