DINERO Y NEGOCIOS Hoteles amenazan a Galápagos.
¿Es bueno el crecimiento del turismo terrestre en las Galápagos, las islas ecuatorianas en el océano Pacífico, para su vida silvestre y ecosistemas o es dañino? Ambas cosas, de acuerdo con la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de Galápagos, un grupo de 35 operadores.
En febrero, el grupo envió una carta a Enrique Ponce de León, ministro de Turismo de Ecuador, respecto a la preocupación de que el crecimiento del turismo terrestre en las islas Galápagos tiene el potencial de dañar sus paisajes y vida silvestre, como las tortugas gigantes e iguanas.
La carta le pedía que regulara el turismo terrestre. Hasta finales de mayo, Ponce de León no había respondido a la petición, reportó Matt Kareus, director ejecutivo de la Asociación.
Los cruceros han sido la forma más popular de explorar las Galápagos. Sin embargo, el Gobierno ecuatoriano ha limitado el número de camas permitido en la flota de cruceros de las Galápagos.
“A diferencia de los cruceros, el turismo terrestre tiene regulaciones laxas y, debido a eso, este segmento de la industria turística está creciendo peligrosamente rápido”, dijo Kareus.
De acuerdo con el Parque Nacional Galápagos, el número de visitantes a las islas se incrementó un 39 por ciento entre el 2007 y el 2016, de 161,000 a 225,000. Durante ese periodo, la cifra de visitantes en tours terrestres se disparó 92 por ciento, de 79,000 a 152,000. Y el turismo basado en barcos disminuyó un 11 por ciento, de alrededor de 82,000 visitantes a 73,000.
Los expertos en viajes a las Galápagos señalan que el turismo terrestre está creciendo rápidamente debido a la explosión del desarrollo hotelero. Un estudio del 2007 reportó que en el 2006 había 65 hoteles en la islas. En el 2017, esa cantidad se elevó a 317, informó el Observatorio de Turismo de Galápagos.
Andrew Balfour, nativo de Galápagos y gerente general de Pikaia Lodge, un lujoso hotel de 14 habitaciones en el corazón del archipiélago de Galápagos, dijo que muchas de las nuevas propiedades atraen a un gran número de turistas.
“Ves hoteles que son sumamente baratos y que no existían”, dijo. (Históricamente, las Galápagos han sido un destino vacacional costoso).
Andrea Smith, científica ambiental, afirmó que los hoteles requieren infraestructura y sistemas de drenaje nuevos. “Entre más embarques se tengan, mayor el riesgo de especies invasoras”.
La Asociación de Operadores Turísticos no quiere prohibir el turismo terrestre en las Galápagos. “Estamos diciendo que controlemos cuántas personas pueden venir”, dijo Jim Lutz, presidente del consejo de la agrupación.
Como cualquier destino popular, las Galápagos deberían tener un plan a largo plazo, indicó Rochelle Turner, del Consejo Mundial de Viajes y Turismo. Ese plan debe involucrar a economistas, científicos y ONGs.