PATERNIDAD = BIENESTAR
Los padres que se involucran en la crianza de sus hijos se sienten más felices. Aunque en una encuesta realizada en varios países algunos señalaron que estaban más involucrados en las tareas de crianza porque era una necesidad, aceptaron que comenzaban a disfrutar más la relación.
Viven más. Otro estudio señala que los hombres con un propósito de vida a través de la paternidad en un ambiente positivo y sin situaciones de violencia, tienden a vivir más tiempo.
Son más saludables. Al saber que de él dependen otras vidas, los hombres se cuidan más, abandonan hábitos como fumar y adoptan otros estilos de vida saludables como comer mejor y ejercitarse.
Mejoran sus relaciones de pareja. Cuando el padre se involucra en la crianza, la carga del trabajo se comparte, por lo que las parejas se sienten más apreciadas y se fortalece el vínculo entre ambos, tanto emocional como físico.
Se sienten autorrealizados. Los hombres involucrados en la crianza de sus hijos tienden a lograr sus objetivos más asertivamente, con satisfacción y orgullo.
Ejecutan mejor en el área laboral. Su compromiso para mejorar la calidad de vida de la familia como núcleo aumenta y se evidencia en su ejecución laboral.
Se disminuye su riesgo de desarrollar depresión clínica. Aunque existen diversos factores que pueden propiciar su desarrollo, los hombres que asumen un rol activo en la crianza y en la familia, y tienen relaciones positivas con sus hijos, presentan menos probabilidad de deprimirse o de tener tendencias suicidas.
Se reducen las condiciones de salud relacionadas al estrés. No solo el sentido de satisfacción evita que el estrés se exacerbe, sino que, las relaciones familiares positivas fortalecen el sentimiento de bienestar integral del individuo.