A MÁS TRIGLICÉRIDOS, MAYOR RIESGO DE DIABETES
Los triglicéridos son un tipo de grasa que se produce de los carbohidratos y los alimentos grasos que comemos. Todas las calorías que se consumen pero no se usan inmediatamente para producir energía se almacena como triglicéridos en las células de la sangre, explica Medline Plus, sitio web de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos.
El doctor Luis Raúl Ruiz, presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología, explica que “cuando los triglicéridos aumentan, hacen lo mismo los ácidos grasos libres. Estos promueven el depósito de grasa abdominal, por consiguiente, producen resistencia a la insulina provocando diabetes tipo 2, además del riesgo cardiovascular”.
Los niveles altos de grasas en la sangre pueden ser signos de que el mecanismo del cuerpo de convertir los alimentos en energía no está funcionando bien.
Un resumen del estudio “El papel de los ácidos grasos libres en la resistencia a la insulina”, publicado en PubMed.gov, establece que “los ácidos grasos libres son componentes nutricionales esenciales y estudios recientes los identificaron como moléculas de señalización en diversos procesos fisiológicos. Se ha demostrado que los altos niveles de ácidos grasos libres, particularmente los ácidos grasos saturados, pueden estar asociados con la resistencia a la insulina en pacientes obesos con diabetes mellitus tipo 2. La resistencia a la insulina es importante ya que está relacionada con diversas enfermedades, incluida la diabetes mellitus tipo 2, la dislipidemia y las anomalías a nivel cardiovascular”.
“Cuando este nivel es mayor a 150 mg/dL en sangre se conoce como hipertrigliceridemia. Hay variedad de alimentos que puedes consumir para ayudarte a disminuir y controlar los triglicéridos en sangre”, afirman la doctora en nutrición Charmaine Alfonso y Saimyliz Rivera, estudiante del Programa Coordinado en Nutrición Dietética de la Universidad del Turabo.
Recomiendan elegir grasas como el aceite de oliva, de canola, el aguacate, los frutos secos y la mantequilla de maní; al igual que grasas poliinsaturados como el aceite de maíz, de girasol, entre otros. Aconsejan, además, añadir a la dieta ácidos grasos con contenido de omega 3 como son los productos de soya o pescados azules tales como las sardinas, el salmón, el arenque, jurel y el atún blanco.
“Una dieta rica en grasas monoinsaturasas y poliinsaturadas unido al aumento en la actividad física pueden reducir los niveles de triglicéridos en sangre, disminuir el LDL o colesterol malo y aumentar el HDL o colesterol bueno”, destaca la doctora Alfonso.
Añadir a tu plato proteínas magras como el pavo, la carne de res en corte de filete, quesos con 3 gramos de grasa o menos, claras de huevo, pescados como el salmón, tilapia, atún, chuletas de cordero, aves de corral sin piel, entre otras opciones, y consumir, cada semana, dos servicios de pescados ricos en omega 3, son opciones saludables para disminuir y controlar el nivel de los triglicéridos en sangre.
Nuestro cuerpo necesita carbohidratos, ya que son la fuente principal de energía, pero, cuidado, consumirlos en exceso resulta en un aumento en el almacenaje en forma de triglicéridos. Se recomienda, entonces, aumentar el consumo de fibra mediante vegetales y frutas frescas, cereales de grano íntegro tales como pastas, arroces y panes de integrales, así como avena y cebada”, dice Rivera
Hay que combinar la dieta saludable con otras modificaciones en tu estilo de vida como “controlar las calorías, disminuir el consumo de alimentos de los fast foods, mantener un peso saludable, limitar el consumo de alcohol y aumentae la actividad física”, aconseja la doctora Alfonso, pasada presidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Puerto Rico.