Incalculable
Siguen publicando números: 4,645; 1,397; 121. Se trata de los intentos por entender cuántas vidas se perdieron debido a los estragos causados por el huracán María. El primer número es el estimado de muertes hecho por la Universidad de Harvard; el segundo, las muertes en exceso de septiembre a diciembre comparado con el 2016 y el tercero, el número de personas que murieron el mismo día que el gobernador Ricardo Rosselló le aseguró al presidente Donald Trump que solo hubo 16 muertes. Entre las cifras, destaca el hecho de que la mayoría, el 68%, de quienes fallecieron entre septiembre y diciembre del 2017, eran mayores de 70 años. Entre las causas principales de muerte, certificadas por el Registro Demográfico, están neumonía, influenza y septicemia. El mayor número murió en hospitales, seguido por una cantidad muy cercana que falleció en sus casas o en hogares de cuidado prolongado. La falta de energía eléctrica y de acceso a los servicios de salud fueron factores primarios. Pero es importante evaluar otros aspectos: registro de poblaciones vulnerables para saber dónde residen, establecimiento de prioridades a base de necesidad, y comunicación entre el gobierno y las organizaciones de servicios de salud y de vivienda para ancianos. No es un secreto la grave falta que hubo en el manejo de la comunicación y coordinación de servicios. La falta de transparencia para informar lo que realmente estaba ocurriendo y para solicitar la ayuda adecuada, tampoco nos es desconocido. Ya llegó la nueva temporada de huracanes. La pregunta es: ¿qué hicimos en estos nueve meses para evitar que nos vuelva a ocurrir?