LA BUENA VIDA SE CONSTRUYE CON BUENAS RELACIONES
Así lo revela el estudio más extenso de la historia que siguió la vida de 724 hombres jóvenes ricos y pobres de Boston por 75 años
Te apasiona la vida de los ricos y famosos. Ellos son los ‘’¡más felices sobre la tierra!’’, exclamas convencido. ¿Sabes qué? Te equivocas. Lo que nos hace más felices y más saludables son las buenas relaciones. Period.
El Estudio sobre Desarrollo Adulto de la Universidad de la Universidad de Harvard comenzó en 1938 y hasta el 2015 rastreó la vida, año tras año, de 724 hombres jóvenes, algunos de la universidad, otros de barrios pobres de Boston, preguntándoles sobre su trabajo, su vida hogareña, su salud, y, preguntando todo ese tiempo sin saber cómo resultarían sus historias de vida, relata el cuarto director del estudio, el psiquiatra de Harvard, Robert Waldinger en su conferencia TED: “Qué es una buena vida: lecciones del estudio más prolongado sobre la felicidad”. Actualmente, se realiza el estudio de los más de 2,000 hijos de estos hombres.
En la conferencia, el psicoanalista expresa que la primera lección que aprendieron sobre las relaciones es que “las personas con más vínculos sociales... son más felices, más sanas y viven más que las personas que tienen menos vínculos; y que la soledad es tóxica”.
Añade que la segunda gran lección no tiene que ver con la cantidad de amigos, tampoco con que estemos en una relación, lo que importa es la calidad de las relaciones más cercanas. “Las personas más satisfechas en sus relaciones a los 50 años fueron las más saludables a los 80 años. Las relaciones cercanas parecen amortiguar algunos de los achaques de envejecer...”, comenta.
Y la tercera gran lección que aprendieron los investigadores es que las buenas relaciones no solo protegen el cuerpo, protegen el cerebro. A tales efectos, consulté a la doctora Ramaris Sepúlveda, coordinadora del Grupo de Interés de Personas de Edad Avanzada de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, quien dice que “en este estudio encontraron que las relaciones interpersonales protegen al cerebro porque el sentir un apego positivo incrementa la durabilidad de los recuerdos”.
Para la doctora en Psicología, “las relaciones son la pieza clave para el proceso de envejecimiento, felicidad y salud de las personas”. Recalca que una persona que no tiene la oportunidad de relacionarse, compartir en su tiempo de ocio o dialogar puede experimentar cambios negativos a nivel emocional, físico y cognoscitivo. “Empecemos a fortalecer esas relaciones por el bienestar del prójimo y propio, por la facilitación de intercambio de experiencias, motivación, desarrollo personal, integración comunitaria y la realización de nuevos intereses con la integración de los niños y los adolescentes”, aconseja.
Sepúlveda destaca que la calidad de las relaciones cercanas se visualiza a través del apoyo emocional, cognitivo y material. “En la adultez y vejez, son frecuentes las situaciones que generan indicadores emocionales o físicos relacionados al estrés o situaciones de gran impacto emocional. Frente a estas, las relaciones ofrecen el apoyo emocional y cognoscitivo que consisten en transmitir el afecto y la confianza, la empatía, compartir las vivencias, el intercambio de opiniones y proporcionar consejos”, explica.
“¿Qué hay de ti?”
Antes de finalizar la conferencia, Waldinger invita a los asistentes a reflexionar sobre sus vidas (y en la intimidad de esta lectura, me gustaría que también tú lo hagas). “Digamos que tienes 25, o 40 o 60. ¿Qué implica entregarte a las relaciones? Las posibilidades son ilimitadas. Podría ser tan simple como pasar más tiempo con personas que con pantallas o darle chispa a una relación haciendo algo nuevo juntos, caminatas largas o citas nocturnas, o acercarse a ese familiar que no hemos visto en años, porque esas disputas familiares tan comunes dejan una pérdida terrible en las personas que guardan rencores…”, afirma el también sacerdote zen.