El Nuevo Día

Ardua la labor para construir sobre la medalla mundialist­a

La escasez de talleres y fogueos impide la conquista de preseas a nivel adulto

- ANTOLÍN MALDONADO RÍOS arios@elnuevodia.com Twitter: @antolinmr7­1

Mientras se disipa la celebració­n por la medalla de bronce conseguida el domingo por la Selección Nacional Sub-17 en el Mundial de esa categoría, la Federación de Baloncesto de Puerto Rico comienza a encarar un reto para no repetir la historia del pasado.

El baloncesto puertorriq­ueño ha estado entre las potencias del mundo en categorías juveniles, pero la Selección Nacional adulta no ha logrado el mismo nivel de éxito. Aunque goza de respeto internacio­nal, no ha podido emular todavía las dos medallas mundialist­as conquistad­as por los combinados nacionales Sub-22 (plata en 1997) y Sub-17 (bronce en 2018).

Esto sin contar que en el Mundial Sub-17 de 2014, el grupo integrado por jugadores como Arnaldo Toro, Iván Gandía y Leandro Allende, entre otros, consiguió un quinto lugar en los Emiratos Árabes. Cinco años antes, en 2009, otro grupo de boricuas arribó sexto en el Mundial Sub-19.

“Hay que seguir trabajando con el programa. Los frutos van a llegar con el trabajo. No podemos obligarnos a pensar en cuánto tiempo vamos a lograr esa medalla a nivel adulto. Pero una de las facetas más importante­s en el programa es eso; desarrolla­r los jóvenes para proyectarl­os para la selección adulta”, dijo ayer en una visita a la redacción de El Nuevo Día, el mentor Omar González, quien guió al combinado a la medalla de bronce con un triunfo sobre Canadá 90-77, y quien estuvo acompañado por tres de los protagonis­tas boricuas en esa gesta: Víctor Rosa, Sebastián Martínez y Derek Luna.

Si bien el programa nacional se encuentra en un gran momento en términos del amplio banco de talento joven, la gran incógnita es qué hará la Federación y sus directivos para darle continuida­d a esos éxitos. La mejor y más reciente demostraci­ón de la Selección adulta ocurrió hace 28 años, cuando un grupo conformado por el expítonio vot José “Piculín” Ortiz, Ramón Rivas, Jerome Mincy, Edgar León, Orlando “Pipo” Marrero, Francisco “Papiro” León, Georgie Torres, Raymond Gausse, Federico “Fico” López, José “Papote” Agosto, Angelo Cruz y James Carter, arribó cuarto en el Mundial de Argentina 1990.

En adelante, los mayores logros han sido para las seleccione­s juveniles, como la presea de plata del Mundial Sub-22 en 1997, equipo en el que figuraban Daniel Santiago, Bobby Joe Hatton, Orlando “Guayacán” Santiago, Rolando Hourruitin­er, Shariff Fajardo, An- “Puruco” Látimer y Edgar Padilla, entre otros.

González señaló que existen varios escollos para la continuida­d en el desarrollo de los juveniles, como la falta de exposición ante profesiona­les, ya que contrario al pasado, los jugadores del baloncesto colegial en la NCAA, no pueden participar en la liga local del BSN.

Por otro lado, por decisión de la Federación Internacio­nal de Baloncesto (FIBA), después de los 19 años ya no hay más torneos mundialist­as. En el caso de los jugadores de Puerto Rico, caen en una brecha de inactivida­d internacio­nal de entre cuatro a cinco años hasta que se gradúan de universida­d y pueden jugar en alguna liga profesiona­l, como el BSN.

EL FACTOR DINERO

“Son un montón de factores”, contestó el técnico cuando se le preguntó qué se necesita para tratar de lograr una medalla mundialist­a con el equipo adulto. “Administra­tivamente el dinero es un factor bien grande por muchas razones. Creo que una de las razones más importante­s es el fogueo que se le pueda dar a estos muchachos, para lo cual en los últimos años no hemos tenido el tiempo”.

Según González, también se necesitan recursos para los viajes de la Federación para identifica­r y reclutar talento entre los puertorriq­ueños jugando en Estados Unidos. Sin embargo, uno de los inconvenie­ntes mayores, según González, es la falta de tiempo para aglutinar a todos esos jugadores y poder tenerlos juntos por un tiempo prolongado para entrenar. La razón son sus estudios en escuelas superiores o universida­des en Estados Unidos.

Aunque suena utópico, el técnico cree que una solución sería emular lo que ha hecho el béisbol.

“Como entidad federativa, tratar de crear una escuela, una academia de baloncesto, y tratar de mantener la mayoría de los jugadores dentro del país, dentro de ese programa. Pero, claro, el ofrecimien­to de esa academia tiene que ser grande”, advirtió.

Otra alternativ­a, para compensar la falta de torneos internacio­nales después de los 19 años, es gestionar la participac­ión en fogueos con otras federacion­es.

LO DIJO

“Una de las facetas más importante­s en el programa nacional es desarrolla­r los jóvenes para proyectarl­os para la selección adulta”

OMAR GONZÁLEZ DIRIGENTE DE LAS SELECCIONE­S JUVENILES

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Omar González, dirigente
 ?? Gerald.lopez@gfrmedia.com ?? El dirigente de la Selección Sub-17, Omar González, en compañía de los jugadores Derek Luna, Sebastián Martínez y Víctor Rosa.
Gerald.lopez@gfrmedia.com El dirigente de la Selección Sub-17, Omar González, en compañía de los jugadores Derek Luna, Sebastián Martínez y Víctor Rosa.

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