Cayó la bomba en la AEE

Cuando vino el huracán María, pensamos que era la bomba de Hiroshima. Después de lo ocurrido en la Autoridad de Energía Eléctrica con el nombramiento de un nuevo director, a razón de $750,000 anuales, que solo duró medio día, y con la renuncia de la Junta de Directores en pleno unas horas después, pues ahora nos cayó la bomba de Nagasaki.

Son cosas tan increíbles, que estamos todos atónitos con lo sucedido y sorprendidos de ver el nivel al que han llegado las cosas en este país. Me pregunto qué pensará el presidente Donald Trump cuando se entere de esta situación tan vergonzosa. Me imagino que dirá “para allá, ni un centavo pues allí lo que hay es caos y esa gente no sabe correr el país”.

Si lo pensara, no se equivocaría y entonces que las cosas sí se van a poner a peseta pues eso sería el final.

Esta situación tan vergonzosa demuestra que el país está al garete y sin solución inmediata, pues para culminar todos sabemos que ahora el gobernador, la Junta Fiscal y la Legislatura están en Corte gastando millones de dólares por una disputa que se podía resolver con cordura y buena voluntad.

Mientras tanto, la AEE está en quiebra total, sus bonistas en ataque pues cada día ven más lejos que les paguen el dinero que prestaron y el país en agonía pues estamos en plena temporada de huracanes y lo más que nos aterra es que se vaya la luz. Sin olvidarnos de que aún hay quienes no tienen luz y nuestras avenidas principales están a oscuras.

Creo que ante esta situación tan caótica no nos salva ni el médico chino. ¡A rezar se ha dicho! Rosita Sierra,

San Juan