Las tortugas marinas ya no son parte del menú en Bali
LEGIAN, Indonesia — Desde hace mucho tiempo, la gente de Bali tiene opiniones divididas sobre las tortugas marinas en peligro de extinción. Algunos quieren salvarlas. Otros quieren comérselas.
Pero el deseo de salvar a la tortuga está ganando. Durante el día, la playa de Legian está llena de turistas. Por la noche, se convierte en un hábitat crítico para las tortugas.
La campaña para salvar a las tortugas marinas de Bali es una historia de éxito poco común en esta popular isla turística.
Los huevos de tortuga que se dejan incubar por sí solos enfrentan muchas amenazas. Pueden ser aplastados por la gente, arrastrados por la marea alta, desenterrados por perros salvajes o robados por cazadores furtivos. Las tortugas que ponen sus huevos en la playa enfrentan el riesgo de convertirse en la cena.
“Lo más importante sobre la conservación es educar a los humanos”, dijo I Wayan Wiradnyana, fundador de la Sociedad de Tortugas Marinas de Bali.
Seis de las siete especies de tortugas marinas del mundo habitan en las aguas de Indonesia, y todas están clasificadas como vulnerables, en peligro o en peligro crítico.
El principal éxito de la sociedad ha sido con la tortuga olivácea, que parece ser la menos afectada por la basura, el ruido y las luces brillantes.
También se dice que tiene un sabor a pescado, a diferencia de la tortuga marina verde, que los balineses consideran la más deliciosa. La captura, posesión o consumo de estos animales se prohibió en 1999, pero aun así, decenas de miles de tortugas estaban siendo asesinadas.
Wiradnyana e I Gusti Ngurah Tresna comenzaron a tratar de salvar a las tortugas marinas en el 2001. Han creado conciencia en la comunidad, atraído a voluntarios y formado una red de observadores.
El año pasado, la sociedad recuperó huevos de una cantidad récord de 761 nidos y liberó a unas 70,000 crías. Este año, se perfila a rescatar y liberar aún más.
Pero casi todas son oliváceas. Wiradnyana señaló que las otras cinco especies no están teniendo una recuperación similar.
Y le preocupan muchas amenazas a largo plazo: el desarrollo hotelero, la erosión de las playas y el aumento
Activistas tienen éxito contra perros, cazadores y más.
en el nivel del mar debido al cambio climático. La caza ilegal y la basura plástica pueden matar a las tortugas.
Cuando los rescatadores recuperan los huevos, los llevan al criadero de la sociedad en Kuta, una de las playas más concurridas de Bali.
El criadero tiene la forma de una tortuga gigante. Los rescatadores entierran los huevos en la arena y esperan a que salgan las crías del cascarón entre 45 y 60 días después.
La mayoría de las crías son liberadas antes de 24 horas en un evento que atrae a cientos de turistas. “Me gusta que se preocupen tanto por el medio ambiente”, dijo Regina Greilich, una turista del criadero. “Lo hacen con mucha pasión”.