Travesía por los países nórdicos
Tomar un barco por el mar Báltico es una manera fácil y cómoda para conocer esta región
Una de las formas más convenientes y efectivas para visitar los países nórdicos es a bordo de un crucero. Principalmente, porque estos países están muy cerca entre sí y separados por estrechos cuerpos de agua por donde los cruceros pueden discurrir con facilidad de ciudad en ciudad. Por su estratégica ubicación frente al mar, los primeros asentamientos de las ciudades principales en estos países existen desde hace miles de años. Por esto, su valioso legado histórico y cultural que atrae a millones de turistas anualmente. De este viaje, destacamos los destinos principales al visitar Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia.
OSLO, NORUEGA
Luego de una tranquila travesía nocturna desde el puerto de Harwich, al norte de Inglaterra y discurriendo por el Mar del Norte, llegamos a Oslo. Éste es uno de tantos destinos en la región del norte europeo que posee variedad de lugares históricos, profundos estrechos de mar conocidos como fiordos y panoramas naturales de singular belleza.
La primera edificación que se destaca en la costa de esta ciudad es la imponente Fortificación Akershus que la componen unas legendarias murallas y edificios. Esta fortificación se construyó con fines militares y se remontan a tiempos medievales, estos es, aproximadamente entre los siglos V al XV del periodo histórico de la civilización occidental. Posteriormente, sirvió como residencia real y castillo. La fortificación y edificios actuales que la componen tienen sobre 700 años desde su última restauración. La misma es uno de los lugares turísticos más visitados de la ciudad.
A poca distancia de Akershus está la elegante avenida Karl Johans, la principal área comercial de la ciudad. El paseo por esta avenida es uno entretenido por la variedad de tiendas de diseñadores, joyerías, cafés, restaurantes, cantidad de árboles y coloridos jardines repletos de tulipanes multicolores. En ella hay reconocidos restaurantes como Stockfleths Lille Grensen, Brasserie France y Grand Café Oslo, entre otros con excelente gastronomía.
También, debe visitar el imponente
Palacio Real que sirve como residencia del Rey de Noruega. El bello palacio está ubicado en un extremo de la avenida Karl Johans, por lo que es de fácil acceso desde el centro urbano. El aroma de las flores y la exquisita belleza de los Jardines del Palacio hacen de esta travesía peatonal una muy placentera. Al llegar a ellos puede apreciar la nitidez de sus diseños, variedad de la flora y sus colores, así como, los espectaculares detalles arquitectónicos de los edificios que forman el grandioso Palacio. No debe olvidar que frente a éste se lleva a cabo el popular proceso de cambio de la guardia real en varios horarios, según la época.
A poca distancia del Palacio está el
Teatro Nacional. El mismo se inauguró con una presentación artística el 1 de septiembre de 1899. En el techo de su interior hay unas elaboradas pinturas, ornamentos en madera y su fachada frontal está decorada con estatuas de bronce. En la parte posterior se encuentra una estatua del famoso actor noruego, Johannes Brun que murió en 1890. Luego de paseos, compras y meriendas, regresamos al crucero en ruta hacia Dinamarca.
Durante la noche en alta mar, el capitán del crucero advirtió a los viajeros que entre 5:00 y 6:00 a.m., el navío entraría discurriendo por una de las áreas más populares de los nórdicos, por los fiordos noruegos. Estos son unos profundos, estrechos y tranquilos cuerpos de mar donde abunda la vida marina y aves que habitan en pequeños islotes que hay entre sus aguas cristalinas.
COPENHAGUE, DINAMARCA
Entre los lugares emblemáticos de Copenhague se destaca el Palacio de
Amalienborg, residencia de las familias reales de este país desde 1794. Otra edificación histórica e imponente es el
Castillo de Rosenborg, famoso porque en él se mantiene una de las más completas y valiosas colecciones de coronas reales de Europa. La construcción de este castillo comenzó en 1606 y terminó en 1626. Originalmente se construyó como casa de campo para uso veraniego de la familia real. Los majestuosos jardines que lo engalanan son algunos de los principales protagonistas del entorno del castillo, incluso fueron diseñados antes que el propio edificio.
Los Jardines de Tivoli son otras de las atracciones de Copenhague. Además de jardines, en ellos hay un parque de atracciones muy entretenido y visitado por sobre cuatro millones de turistas anualmente. Estos hermosos jardines se inauguraron el 15 de agosto de 1843. El mismo se ha mantenido bien preservado y cuenta con variedad de actividades tradicionales y modernas para chicos y grandes, lo que lo hace un destino muy popular en Europa.
Al visitar esta ciudad encantada, notará la variedad de canales de aguas navegables en su centro urbano. Uno de los más famosos es el canal Nyhavn. Es precioso y desde él se ven de cerca las típicas casas de madera con fachadas pintadas con variedad de colores; algunas de ellas datan de 1681. Tal es su belleza que aparece en recordatorios, platos de cerámica y en tarjetas postales representativas de la ciudad. En los alrededores de Nyhavn hay restaurantes, cafés, tiendas y múltiples lugares de interés turístico.
Muy cerca de la bahía y del puerto está la pequeña estatua de bronce conocida como La Sirenita de Copenhague. Esta estatua se erigió en reconocimiento a la gran obra literaria del escritor danés Hans Christian An-