Receta que no falla
Los retos son parte de nuestro día a día. Nos toca afrontarlos como individuo, como madre o padre de familia, como profesional y como emprendedor. Así como la vida personal en ocasiones nos requiere pausar, evaluar y retomar, en el mundo empresarial también se experimentan momentos de dificultad que requieren de estrategias para salir hacia adelante.
En esos momentos hay que volver a lo básico: evaluar la situación, determinar la repercusión que puede tener sobre el negocio y delinear un plan de acción. Una vez esté en marcha dicho plan, deben evaluarse los resultados. Además, es importante mantener una comunicación abierta con el personal para orientarle, estimulando de esta forma el compromiso que facilitará la recuperación.
Sin temor a equivocarnos, podemos decir que este modelo de prácticas responsables, sumado al inigualable espíritu de lucha de nuestros comerciantes, constituye la receta que no falla y que ha permitido que las empresas se levanten, aún en tiempos de adversidad.
Para la industria bancaria, la solidez del empresarismo es prioridad. Por tanto, continuaremos formando parte de iniciativas dirigidas a alcanzar los objetivos propuestos. Hoy tenemos la oportunidad de ser ejemplo de una comunidad que resiste vientos huracanados sin derrumbarse, que cuenta con la experiencia y la voluntad para alcanzar el éxito.