“Fue un juego inolvidable”
EDWIN DÍAZ Aunque no pudo cumplir con sus funciones de cerrador obtuvo la victoria
Fue un juego atípico con un resultado pocas veces visto en la historia de los Juegos de Estrellas.
Una cifra record de jonrones (10) fue el detonante en el choque entre las máximas figuras de la Liga Americana y la Nacional el cual fue ganado por los primeros 8-6.
A su vez, se dio un inusual caso en el que un taponero se alzó con la victoria respaldado por un salvamento de un lanzador abridor.
El puertorriqueño Edwin Díaz, en su primera participación en un Juego de Estrellas, cargó con la victoria no sin antes fallar en hacer lo que en tantas ocasiones ha completado de forma efectiva: salvar un partido.
Díaz, líder en rescates en las Grandes Ligas, vino con ventaja de 5-3 en la novena entrada, pero un jonrón con uno a bordo de Scooter Gennett evitó lo que pudo haber sido un salvamento.
Una entrada más tarde, cuadrangulares seguidos de Alex Bregman y George Springer en la alta de la décima encabezaron un racimo de tres para darle ventaja a la Americana.
J.A. Happ, abridor de Toronto, se encargó de cerrar el partido y preservarle el triunfo a Díaz.
“Fue un juego emocionante. Contento de haber estado ahí y de que me dieran la oportunidad de lanzar. Es algo inolvidable”, dijo Díaz a El Nuevo Día.
Díaz se convirtió en el segundo lanzador boricua en ganar un partido de Estrellas. José Rosado, también en relevo, lo logró en el 1997.
El taponero admitió que la adrenalina estuvo más alta de lo usual al entrar a relevar en el noveno cuando, luego de uno fuera, le regaló boleto a J.T. Realmuto y entonces permitió el batazo de Gennett.
“Estaba un poquito más alta que lo normal en la temporada. Fue una recta, traté de ir para adentro y la dejé en el medio, y bajita. El swing del bateador zurdo pasa por ahí”.
Díaz fue uno de los seis boricuas que estuvieron activos en el estelar partido. Javier Báez, único abridor entre los locales, se fue de 3-1.
De hecho, Báez conectó el primer imparables del juego para la Nacional.
Francisco Lindor se fue en blanco como emergente al igual que Yadier Molina. El veterano disparó un largo batazo al predio central.
José Berríos lanzó en cero una entrada en relevo mientras que Joe Jiménez ponchó al único bateador que se enfrentó.
(En esta historia colaboró Rubén A. Rodríguez)