Cita peligrosa para José Pedraza
Sobre el papel, el mexicano Ray Beltrán merece ser favorito en su primera defensa del cetro ligero de la OMB: agresor constante, mucha reciedumbre y pegada bastante dura.
Su oponente este sábado en Glendale, Arizona, en cartel de Top Rank y televisado por ESPN, se verá obligado a su acostumbrado tecnicismo, velocidad de pies y manos, confundir con sus cambios de guardia y evitar el ensogado.
Sin embargo, José Pedraza, apodado Sniper, se ha visto pletórico de talento y vigor en sus únicas dos victorias en las 135 libras, dejando herido el rostro de su última víctima, el azteca Antonio Morán, de estilo abrumador como Vargas, con récord de 35-7-1 y 21 nocauts, habiendo fracasado en sus primeras tres búsquedas del cinturón liviano.
En cambio, Pedraza, 24-1 (12), se ha recompuesto del KO que le propinara Gervonta Davis, 20-0 (19) en enero de 2017, en el séptimo asalto, cediendo de paso la diadema de las 130 de la FIB, peso que le costaba deshidratación al máximo.
De hecho, el ruso Román Andreev, de 32 años y 21-0 (15) era el retador oficial de Beltrán, pero tuvo que ser intervenido de un ataque de apendicitis y le cedió el turno a Pedraza, quien jura estar en el mejor momento físico y mental de su carrera profesional, que también fue exitosa en el campo amateur.
Beltrán, entretanto, es un mimado de la TV por su ataque suicida, que tanto elogios gana para los hijos de México.
Entiendo, empero, que si Pedraza consigue detener sus embates con puntería y agarres cuando sean requeridos, puede alzarse con el triunfo, que significaría un pleito con Vasyl Lomachenko, en diciembre, con una bolsa millonaria y una exposición internacional.
Estamos, pues, es la hora cero de Pedraza, de gran oxigenación y contragolpes, y solo es cuestión de esperar si los cañonazos de Beltrán son más fallidos que acertados.