Crece la oposición a Kavanaugh
Ya el FBI comenzó la pesquisa sobre las alegaciones de agresión sexual contra el nominado
WASHINGTON.- El inicio de una investigación del FBI por las acusaciones de abusos sexuales contra el nominado del presidente de EE.UU., Donald Trump, para el Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, puso en riesgo su candidatura y dio alas a sus detractores, que ayer redoblaron su rechazo al juez.
La líder de los demócratas en la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, incrementó este sábado sus ataques al magistrado y cuestionó su idoneidad para ejercer como juez en cualquier corte.
"Si no dice la verdad al Congreso y al FBI, entonces no solo no es apto para estar en el Tribunal Supremo, sino tampoco para la corte en la que está", dijo Pelosi sobre Kavanaugh, actual juez de apelaciones, en declaraciones recogidas por medios locales.
Ayer, The Associated Pres informó ayer que el FBI ha empezado a interrogar a antiguos compañeros de clase de Kavanaugh para tratar de averiguar si es cierto que incurrió en conductas sexualmente ofensivas, se informó el sábado.
Los agentes han contactado ya a Deborah Ramirez, quien acusa a Kavanaugh de conducta sexual inapropiada cuando eran ambos estudiantes en la Universidad de Yale.
El abogado de Ramirez, John Clune, dijo que los agentes han pedido entrevistado y ella ha aceptado.
Ramirez ha dicho que Kavanaugh se bajó los pantalones enfrente suyo en una fiesta en la década de 1980 cuando ambos eran estudiantes en la Universidad de Yale.
Por otro lado, la influyente Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) comunicó oficialmente su oposición al candidato ante las alegaciones.
"ACLU se opone a la confirmación del juez Brett Kavanaugh para el Tribunal Supremo. Hay alegaciones creíbles de que el juez Kavanaugh ejerció malos comportamientos que no han sido investigados adecuadamente por el Senado", aseguró en un comunicado la presidenta de la organización, Susan Herman.
La pesquisa del FBI surge luego que el presidente y el senador republicano Jeff Flake solicitara una investigación sobre los actos que se le imputan al nominado al Tribunal Supremo de EE.UU.
La decisión de pedir la investigación llegó después de una convulsa sesión del Comité Judicial del Senado en la que, en el último minuto, Flake, rompió la postura mantenida por el partido y reclamó las pesquisas, alineándose con los demócratas, que han tratado de retrasar el proceso desde el inicio.
Estas averiguaciones deberán desarrollarse rápidamente, ya que tendrán que estar completadas para el próximo viernes, 5 de octubre, y solo podrán abarcar las alegaciones de abusos sexuales hechas públicas hasta la fecha.
En 1991, en un caso similar de acusaciones, el FBI logró investigar en tan solo tres días las alegaciones de Anita Hill contra Clarence Thomas, entonces nominado al Tribunal Supremo, sala en la que ejerce actualmente, recordaron medios estadounidenses.
Kavanaugh ha sido acusado de abusos sexuales por tres mujeres, entre ellas Christine Blasey Ford, quien el jueves acudió al Senado para contar su versión, en una audiencia pública y televisada, ante un comité con abrumadora mayoría de hombres.
Según Ford, en una fiesta de 1982, el ahora juez y un amigo de este le llevaron a una habitación, donde Kavanaugh se sobrepasó con ella, le toqueteó el cuerpo y le tapó la boca para silenciar sus pro- testas hasta que ella pudo huir.
Ford declaró, entre lágrimas y con la voz entrecortada, que en ese momento pensó que Kavanaugh le violaría y que le mataría accidentalmente, ya que no le dejaba respirar.
La declaración de la supuesta víctima multiplicó el número de llamadas al teléfono de atención a víctimas de violencia machista en el país (RAINN, por sus siglas en inglés).
"El número de personas atendidas por la Línea Nacional ante Abuso Sexual fue de un 201% superior a la media", informó en su cuenta de Twitter el servicio.
La respuesta de Kavanaugh, por el contrario, levantó las suspicacias de quienes le ven como un candidato partidista después de que lanzara ataques dirigidos específicamente a los legisladores progresistas en tono agresivo y desafiante.
A la espera de conocer las averiguaciones de las autoridades, la nominación de Kavanaugh también vuelve a poner a prueba la debilidad de los republicanos en el Senado, donde gozan de una leve mayoría de 51 de un total de cien escaños.
Para que el candidato sea confirmado, los conservadores deberán lograr al menos 50 votos a favor, por lo que tan solo podrían permitirse el voto contrario de uno de sus legisladores.
“Si no dice la verdad al Congreso y al FBI, entonces no solo no es apto para estar en el Tribunal Supremo, sino tampoco para la corte en la que está” NANCY PELOSI CONGRESISTA DEMÓCRATA