Leyes de visas frustran a empresas.
La Administración Trump está utilizando la vasta y prácticamente opaca burocracia migratoria de Estados Unidos para restringir el flujo de trabajadores extranjeros al país mediante la creación de nuevos obstáculos para limitar las llegadas legales.
El gobierno está negando más visas de trabajo, pidiendo a los solicitantes que proporcionen mayor información y retrasando las aprobaciones con más frecuencia que hace apenas un año. Hospitales, hoteles, compañías tecnológicas y otros negocios dicen estar batallando para llenar los puestos de trabajo con los trabajadores extranjeros que necesitan.
En el laboratorio de patología de Northwell Health, en Nueva York, el cubículo de una doctora permanece vacío. Ella se encuentra atrapada en el estado indio de Punjab, obstaculizada por retrasos inexplicables en su visa.
A los ejecutivos estadounidenses les preocupa perder ingenieros y programadores talentosos ante países como Canadá, que están acogiendo a trabajadores extranjeros calificados.
El presidente Donald J. Trump anunció que planea limitar el número de refugiados permitidos en Estados Unidos el próximo año a 30,000. El año pasado firmó una orden ejecutiva de “Compra estadounidense y contrata a estadounidenses”.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos dijo que la administración está promoviendo reformas que se mueven hacia un “sistema basado en méritos”.
Un análisis de la Fundación Nacional para la Política Estadounidense, un grupo de investigación apartidista, encontró que la tasa de negación de visas para trabajadores extranjeros calificados había aumentado 41 por ciento en el cuarto trimestre del ejercicio fiscal 2017, en comparación con el tercer trimestre.
Este verano, Rob Hurst, de 65 años, tuvo que lavar los baños y las tinas de un hotel que él administra en Massachusetts. Cinco trabajadores jamaiquinos que habían trabajado mucho tiempo en la propiedad no consiguieron sus visas de empleo temporal.
Los trabajadores también se sienten frustrados. Uday Verma se va después de 12 años en Iowa, donde obtuvo un posgrado en informática y trabajó para una firma de tecnología.
Verma, de 37 años, quien emigró de India, había estado renovando su visa mientras esperaba infructuosamente el estatus de residente permanente. Él, su esposa y su hijo planean mudarse a Toronto, donde está aprovechando la iniciativa Global Talent Stream que el gobierno canadiense inició el año pasado.
La iniciativa permite a las compañías conseguir rápidamente visas para trabajadores con habilidades vitales. Verma obtuvo una visa en dos semanas, y podría convertirse en residente permanente en seis meses.
Su patrón, el fabricante de software Kira Systems, tiene 115 empleados. Noah Waisberg, uno de sus cofundadores, dijo que la mitad de su personal técnico era de China, India, Rusia y otras naciones.
“Dado el entorno en Estados Unidos, definitivamente nos ha ayudado a reclutar”, dijo.
Trabajadores son mejor recibidos en otros países.