Nace la Red de Bosques Urbanos
La iniciativa busca facilitar la conservación de las zonas verdes
“A través de la Red, tenemos un intercambio de conocimientos
entre los bosques, que se apoyan y se complementan”
Es viernes a media mañana y, en una esquina del bosque urbano Doña Inés, en Trujillo Alto, unos 20 voluntarios siembran más de 100 árboles nativos.
Su intención es que, cuando los árboles crezcan, creen una barrera natural contra el ruido y la contaminación de los autos que transitan la carretera aledaña al parque, que resultó devastado tras el paso del huracán María hace poco más de un año.
El trabajo de los voluntarios forma parte de los esfuerzos de recuperación y conservación coordinados por la nueva Red de Bosques Urbanos en Puerto Rico, creada por el Programa del Estuario de la Bahía de San Juan.
La iniciativa agrupa cuatro bosques con el fin de facilitar el mantenimiento de las áreas verdes en la zona metropolitana y mejorar la calidad del agua del sistema que comprende el estuario de la bahía de San Juan.
“La Red de Bosques Urbanos apodera bosques de alto valor ecológico en el área metropolitana para promover un manejo apropiado y su conservación para futuras generaciones”, explicó la directora del Programa, Brenda Torres Barreto.
UNIFORMAR RECURSOS
El proyecto se enfoca en uniformar los recursos y las actividades relacionadas con la recreación y educación, restauración e investigación dirigida a la conservación de los espacios verdes.
Además del Parque Doña Inés, la iniciativa reúne los bosques estatales San Patricio, en San Juan, y Piñones, en Loíza, y el Parque Nacional Julio Enrique Monagas, en Bayamón.
“Hicimos una evaluación de las fortalezas y debilidades que puedan tener estos bosques con el propósito de conocer exactamente qué se necesita y cómo nosotros podemos ayudarnos entre nosotros”, indicó Torres Barreto.
El Programa coordina los esfuerzos de la iniciativa para mejorar la comunicación entre los manejadores de los bosques y proveerles recursos.
“La Red de Bosques Urbanos nos provee una plataforma para lanzar de manera práctica y efectiva el apoyo a la infraestructura verde del país”, señaló.
Anteayer, Torres Barreto firmó
un acuerdo de colaboración con la directora de la Fundación Luis Muñoz Marín, Linda Hernández, para lanzar la Red de Bosques Urbanos. De esta forma, el Parque Doña Inés figura como el primer bosque en unirse oficialmente a la iniciativa.
“Este acuerdo establece la importancia de nuestra colaboración y el espíritu de la misma”, manifestó Barreto Torres.
Aunque el Programa anunció la creación de la Red hace apenas unos días, el proyecto ha estado operando desde el paso del huracán María.
“Luego de María, la conexión entre nosotros fue mucho más importante”, dijo Torres Barreto.
VOLUNTARIADO
Como parte de los procesos de recuperación de los bosques, el Programa ha organizado unas siete brigadas de voluntarios que han realizado labores en las zonas que componen la Red.
Dos de las brigadas laboraron en el Parque Doña Inés, que tiene una extensión territorial de 12 cuerdas. Entre los voluntarios había empleados de Molson Coors.
“El cuerpo de voluntarios del Estuario, que es bastante extenso, ha venido aquí. Estas son las cosas que a través de la Red se facilitan”, expresó el director del bosque urbano, Christian Torres.
Antes del huracán, el bosque albergaba 1,600 árboles de 250 especies, en su mayoría nativas y en peligro de extinción.
A causa del azote de María, el parque perdió unos 500 árboles, indicó el agrónomo. “De esos 500 árboles, hemos perdido 10 especies. Una de esas especies la sembraron (los voluntarios) aquí hoy (el viernes)”, señaló.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Una de las metas de la Red es involucrar a la ciudadanía para que forme parte de los procesos de recuperación de los bosques, además de visitarlos para propósitos recreacionales.
“La Red se hace de una manera bien atractiva y pública con el propósito de invitar a la gente a que sea parte de este esfuerzo y que potenciales manejadores de bosques se sientan apoderados”, ex- plicó Torres Barreto.
La directora espera que los esfuerzos de la Red sirvan para que otras personas busquen unir otras zonas a la iniciativa.
“Nosotros queremos, a través de esta Red de Bosques Urbanos, desarrollar la capacidad institucional y de operación para que futuros manejadores lo hagan y formen parte de esta Red de Bosques Urbanos”, afirmó Torres Barreto, quien espera añadir otra zona a la iniciativa el próximo año.
CREAN “PASAPORTE”
Por su parte, el gerente de Educación del Programa, Eliezer Nieves Rodríguez, explicó que la entidad creó un folleto que contiene información sobre los bosques que forman la Red y las actividades que ofrece cada uno.
“Se ha creado un pasaporte, que es una herramienta para promocionar las visitas de muchos grupos a estos bosques urbanos”, resaltó Nieves Rodríguez.
A partir de diciembre, el “pasaporte” estará disponible en papel en los bosques que forman la Red, y esperan lanzar una aplicación para la misma fecha.
Además, destacó que el Programa ofrece certificaciones para medir la calidad del agua y que los ciudadanos participen en los esfuerzos de conservación de las cuencas del estuario.
“Las actividades le dan valor, les dan significado a los bosques”, puntualizó Nieves Rodríguez.
PARTE DE LA RECUPERACIÓN
Entretanto, Torres Barreto puntualizó que los esfuerzos de recuperación de las zonas verdes en el país son una parte crucial de la reconstrucción post-María por el valor ecológico de los bosques.
Señaló que las áreas que componen la Red amortiguan el impacto de fenómenos atmosféricos. De hecho, una de las zonas de la Red, el Bosque Estatal de Piñones, contiene el 33 % de los mangles en el país.
“Para mí, es importante que la infraestructura verde se vea como infraestructura, no solo como un árbol. La infraestructura verde juega un rol y tiene un servicio que hacer en la reconstrucción del área metropolitana y del país”, concluyó.