Seguridad Pública: el monstruo de siete cabezas
Conocedores indican que la agencia sombrilla diseñada para agrupar a diferentes entidades de seguridad y manejo de emergencias no ha logrado engranar ni funcionar como se esperaba
Como mucho del gobierno de Puerto Rico, en el Cuerpo de Bomberos no ha habido precisamente abundancia de recursos por más años de los que se pueden recordar. Pero antes, cuando, por ejemplo, a un camión se le dañaba una pieza, el jefe de turno de la institución fundada hace 76 años, sumaba, restaba, dividía, buscaba quizás los especiales y, de una u otra forma, la pieza terminaba apareciendo.
“El jefe del Cuerpo de Bomberos tenía la autoridad para hacer la compra. Ahora la orden tiene que ir al Departamento de Seguridad Pública (DSP) y allá…”, contaba en estos días, nostálgico, el líder del Sindicato de Bomberos, José Tirado, recordando cómo era la vida antes de abril del 2017.
En esa fecha, la administración del gobernador Ricardo Rosselló, como parte de su ambicioso plan de reorganización gubernamental para enfrentar la descomunal crisis fiscal que ahoga, creó el DSP, en el que agrupó, bajo un solo jefe y con la pretensión de que fuera una sola administración, a siete agencias de ley y orden y de rescate y manejo de emergencias, incluyendo la Policía, el Cuerpo de Bomberos, Ciencias Forenses y la Agencia Estatal de Manejo de Emergencias y Desastres (AEMEAD)
También cayeron en la redada el Servicio 9-1-1, el Cuerpo de Emergencias Médicas y el Negociado de Investigaciones Especiales (NIE). A todos ahora se les conoce como “negociados”.
Al cumplirse 18 meses de la creación del DSP, la novel agencia, según múltiples entrevistados, no acaba de engranar administrativa ni operacionalmente de la manera en que lo soñaron quienes la concibieron, sus más importantes componentes enfrentan severas deficiencias de personal y de recursos y hay conflictos entre sus componentes, desenlaces, todos, que afectan los vitales servicios que estas agencias están dispuestos a brindar.
Algunos de los problemas, quedaron dramática y en algunos casos trágicamente expuestos durante y después del paso del huracán María en septiembre del año pasado. Por un lado, el Negociado de Manejo de Emergencias y Desastres se quedó sin jefe durante la emergencia por disputas entre su entonces director, Abner Gómez y el secretario de Seguridad Pública, Héctor Pesquera. todas sus agencias tiene un presupuesto combinado de más de $1,000 millones, parece hoy una bola de hilo que muy poca gente entiende, enredada en torno a sí misma de tal manera que ni las personas ligadas al gubernamental Partido Nuevo Progresista (PNP) minimizan lo que allí ocurre.
“ESTAMOS MUY LEJOS”
“En este momento estamos muy lejos de poder hablar de un Departamento de Seguridad Pública como fue diseñado. Ha habido unos intentos de reunir a las personas que están a cargo de los diferentes negociados, establecer algunas ideas, alguna forma de funcionar, pero la realidad es que estamos lejos de tener un departamento como queremos que esté en funciones de acuerdo a la ley que fue aprobada”, dijo el senador del PNP, Henry Neumann.
El legislador, quien como presidente de la Comisión de Seguridad del Senado, examinó en audiencias públicas y dio paso a la ley que creó el DSP, cree que los que concibieron la ley minimizaron las complejidades de unificar en una sola estructura administrativa a los empleados de siete agencias distintas, muchos de los
cuales estaban regidos por acuerdos contractuales, modelos de trabajo y convenios colectivos distintos unos de otros.
“Me da la impresión de que la personas que redactaron la ley pensaron que iba a ser mucho más fácil poder manejar esas áreas. Se han encontrado en la marcha con que estos escollos son más difíciles de lo que se había pensado originalmente”, dijo Neumann, quien sigue apoyando la idea de una agencia sombrilla de seguridad pública, como dice que ha visto funcionando en Estados Unidos.
El senador también atribuyó parte de los problemas al paso del huracán María, a la resistencia en las diferentes agencias que fueron ubicadas bajo la sombrilla y a que Pesquera y los demás directivos de los negociados han tenido que estar apagando fuego, sobre todo con los conflictos obrero-patronales en la Policía, la crisis que no tiene fin en Ciencias Forenses y la grave carencia de recursos en el Cuerpo de Bomberos.
“No hay estructura montada porque han encontrado a través del camino unos escollos relacionados con asuntos laborales, porque de repente le llegó el huracán María y todo lo que eso significa, porque tienen un éxodo masivo de policías y se han concentrado en resolver unos problemas que son inmediatos, que son sumamente difíciles y que no han tenido las circunstancias correctas para trabajar en lo que es el andamiaje que pide la ley”, agregó Neumann.
El secretario Pesquera no estuvo disponible para responder preguntas para esta historia. El secretario de la Gobernación, Raúl
Maldonado, quien identificó los problemas del DSP como una de sus prioridades al asumir su cargo en agosto, dijo, por su parte, que “hay muchas áreas que se pueden mejorar”, pero está convencido de que con mayores recursos se puede resolver, y reveló que está en conversaciones con la Junta de Supervisión Fiscal para obtenerlos.
El secretario Pesquera ha dicho que el recorte de $37 millones en el renglón de nómina que tiene este año el presupuesto de $916 millones de la Policía harán que operar esa agencia sea “extremadamente difícil”.
Maldonado dijo que espera buenas noticias de la Junta en ese renglón y agregó que también está en conversaciones con el gobierno federal para ajustes que le permitirán aumentar el número de patólogos de Ciencias Forenses.
Una persona que trabajó en la fase de integración de los aspectos administrativos de las siete agencias, que habló con El Nuevo
Día con la condición de que no se revelara su identidad, dijo que en el DSP no hay ningún plan formal para lograr ese objetivo.
En la integración, dijo, trabajaban grupos “cuando les da el tiempo” y que no hay métricas de cumplimiento ni nadie pidiendo cuentas a quien no cumpla.
"NO HAY MÉTRICAS"
“No hay métricas y objetivos definidos de cumplimento. Eso como, si se puede, las cosas se hacen, pero si no se hacen no hay nadie responsable”, dijo la fuente, quien añadió que tiene muy buena impresión de Pesquera como policía e investigador de crímenes, pero que desconoce cuáles son sus cualidades como administrador.
“Una persona puede ser un buen policía, un buen bombero, un buen técnico forense, pero eso no significa necesariamente que es un buen administrador”, dijo la fuente.
Maldonado dijo que no tiene preocupaciones con las calificaciones de Pesquera como administrador. “Él ha tenido experiencia de administración. Lo que pasa es que esto es un cambio de reingeniería de procesos y me parece que nosotros como administración tenemos la obligación de darle los recursos que necesita”, dijo el funcionario. El representante popular Jesús
Manuel Ortiz, quien ha estudiado las dificultades en el funcionamiento del DSP, dijo que los problemas son tanto por el diseño de la sombrilla, como por las cualidades de Pesquera. Para Ortiz, no se debieron unir agencias de ley y orden, como la Policía y el NIE y Ciencias Forenses, con agencias civiles como el 9-1-1, Emergencias Médicas, Bomberos y Emergencias y Desastres.
Mostró preocupación, por ejemplo, con que funcionen bajo el mismo mando la Policía y el NIE, que es la agencia encargada de investigaciones criminales contra oficiales. También indicó que la operación de todas las agencias se ha afectado por la integración de una capa burocrática adicional. “La capa adicional de burocracia ha hecho el funcionamiento de todas esas agencias uno deficiente, lento y poco planificado. Genuinamente, creo que hay que romper la sombrilla y volver a planificarlo”, dijo Ortiz.
Carlos Vélez, quien preside el capítulo de Ciencias Forenses del sindicato Servidores Públicos Unidos (SPU), sostuvo que le preocupa que bajo el modelo actual, el jefe de la Policía tiene control sobre las pruebas científicas de los crímenes, lo cual él considera un conflicto de intereses.
“El Instituto de Ciencias Forenses fue creado en 1985 con la idea de que fuera un ente independiente. Es un laboratorio forense que debe funcionar aislado, con autonomía fiscal y operacional, como la teníamos antes”, dijo Vélez, quien dijo que Pesquera, por desconocer la manera en que se trabaja allí, empeoró sus problemas al negarse a pagar para que patólogos hicieron guardia durante los fines de semana.
Tirado, el líder los bomberos, dijo que desde que acudió a las vistas públicas advirtió de los problemas que iba a acarrear juntar a tantas agencias tan disímiles bajo una sola estructura. “Nosotros le advertimos a la Asamblea Legislativa que crear un DSP y poner todo lo de seguridad en una canasta era muy peligroso, porque si se te cae la canasta tú sabes que te quedas sin huevos. Nosotros le hicimos esa advertencia a la Asamblea Legislativa”, dijo Tirado.
Para el líder sindical, la situación de los bomberos, que ya era crítica antes de la creación del DSP, ha empeorado tras la entrada en funciones de la nueva agencia.
“Crear el DSP como lo hicieron fue un grave error y poner a un policía a dirigir la agencia más grave fue el error porque lo que pasa es hala más que para la Policía, porque el problema público más serio es la Policía”, dijo Tirado, quien dice que recomendó que el Cuerpo de Emergencias Médicas sí se fusionara con los bomberos.
En este momento, dijo Tirado, de las 1,730 plazas disponibles de bomberos, hay 320 vacantes. Mientras, aseguró, los 400 paramédicos de Emergencias Médicas pueden ser adiestrados como bomberos de manera relativamente sencilla, al igual que continuar adiestrando a bomberos como paramédicos. Esa unión, dijo, crearía, una nueva y potente agencia.
En cambio, agregó, “hicieron una burocracia que no tiene sentido. No tiene sentido”.
“Hay muchas áreas que se pueden mejorar” RAÚL MALDONADO SECRETARIO DE LA GOBERNACIÓN “Estamos lejos de tener un departamento como queremos que esté” HENRY NEUMANN SENADOR PNP