Con los pies en la tierra

BOSTON. – El puesto de dirigente en el béisbol de Grandes Liga y en el deporte profesional en general, es uno de tanto prestigio y respeto que a veces da la impresión de que uno está ante el jefe de estado de una nación.

Después de todo, ellos son los jefes dentro del terreno de juego, con más poder incluso que el dueño de la franquicia cuando se canta playball. Y en su turno al micrófono en una conferencia tienen el poder para hacer papillas a sus detractores, utilizando los mismos medios. Pero el puertorriqueño Alex Cora no tiene esos aires de grandeza. Ni de poder. Si bien sabe defenderse de comentarios o preguntas que podrían parecer mal intencionadas, sabe hacerlo con respeto. Pero más que esto, el Cora que he notado como dirigente desde mi llegada a esta ciudad antes del inicio anoche de la serie de campeonato de la Liga Americana, es ese mismo tipazo humilde que me encontraba años atrás cuando jugaba o dirigía a sus eternos Criollos de Caguas de la pelota invernal boricua. No lo he visto con aires de grandeza o escondido en su oficina mientras los jugadores sudan en el terreno. Ese no es solo un ejemplo de lo que es mantener los pies en la tierra, sino que en el caso de Cora, también se trata de mantener los pies en el terreno de juego, aunque sea antes que se cante playball.